El próximo viernes 4 de septiembre, cuando se cierre el lapso de postulaciones, se habrán cumplido 28 días desde que se inició la inscripción de candidatos para las elecciones legislativas del seis de diciembre.

Las dos extensiones al período inicial, aprobadas hasta ahora por el Consejo Nacional Electoral (CNE) a solicitud de organizaciones políticas, muestran la intensidad de la dinámica partidista en torno a las postulaciones. Negociaciones, fracturas y actuaciones judiciales forman parte de las acciones conocidas públicamente en estos días, entre las cuales, según aseguran voceros opositores, están también algunos eventos no electorales.

El resumen de los sucesos ocurridos en las tres semanas transcurridas hasta el sábado incluye la conformación no definitiva de la alianza del Polo Patriótico, sin una fracción de Patria Para Todos (PPT) y, por ahora, tampoco el Partido Comunista (PCV); la conformación en desarrollo de una alianza opositora, integrada por los partidos que hacen vida en la Mesa de Diálogo Nacional, excepción hecha del partido Soluciones, y con la incorporación de Primero Justicia; la participación ya anunciada del sector del ex dirigente copeyano  Eduardo Fernández; las señales enviadas por Henrique Capriles en torno a la posibilidad de que su sector participe en el proceso electoral; y las cuatro decisiones del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en las que se habilitan responsables temporales para postular en igual número de partidos.

Los partidos se están moviendo. Repasemos sus movimientos.

Trece días de suma y resta

El lunes 10 de agosto, el proceso se inició de manera rutinaria. Representantes de los partidos habilitados para participar habían acudido al CNE, días antes, a una presentación sobre el procedimiento de inscripción en el Sistema Automatizado de Postulaciones. Pero ese primer día, los funcionarios del ente comicial dispuestos para la recepción de la documentación no recibieron a nadie.

Sin embargo, con un lapso original de nueve días para postular, la agitación en los partidos estaba en plena efervescencia.

El lunes 17 de agosto, bien temprano en la mañana, el secretario general de Avanzada Progresista (AP), Luis Augusto Romero, mostró leves señales de preocupación, en una entrevista en Globovisión. “No cerramos la puerta a la posibilidad de una alianza perfecta, estamos trabajando en eso, pedimos paciencia…”, dijo al anunciar que, ese mismo día, solicitarían una prórroga del plazo. Una alianza perfecta no es poca cosa: los mismos candidatos, en la misma posición, en las 24 entidades federales.

Cerca de las diez de la mañana, entregaron la solicitud al CNE, de acuerdo con lo que se lee en el sello de recepción de la comunicación, firmada primeramente por Bernabé Gutiérrez (AD) y seguida por Timoteo Zambrano (Cambiemos), Felipe Mujica (MAS), Juan Carlos Alvarado (Copei), Javier Bertucci (El Cambio) y Romero (AP).

Es decir, seis partidos en plena discusión, por alrededor de 554 candidaturas en 24 estados.

En la otra acera política, las cosas también se movían. Ese mismo día, pero en la tarde, fue transmitida una reunión virtual del PSUV, liderada por el Presidente Maduro y el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, en la que se llamó a la unidad de todos los partidos del Polo Patriótico, en lo que pareció una respuesta a los conflictos internos ya conocidos públicamente con el PPT y el PSUV. “Del éxito de esta elección depende el futuro”, advirtió el primer mandatario. “No es tiempo de división y conspiración, vamos en una fórmula unitaria con los partidos”, dijo Cabello.

El martes 18, un día antes de vencerse el lapso, el CNE anunció la extensión de las postulaciones por siete días más, en atención a la solicitud de los dirigentes opositores, enfrascados aun en el reparto de unas candidaturas que ahora concitaban mayores atenciones. “Hemos recibido solicitudes de factores que inicialmente plantearon no participar”, le dijo Romero al medio digital Crónica Uno. No dijo a quiénes se refería pero su declaración develó mayores complejidades, al sumarse más interesados en tener cupo en esa distribución.

Un día después, el 18, Claudio Fermín dio señales de quiénes eran los nuevos interesados, al asegurar, al periodista Vladimir Villegas, que su partido Soluciones no postularía candidatos en ninguna alianza. “Cómo ves tú a gente que está queriendo que haya una invasión… cómo se juntan con los que somos nacionalistas, venezolanos…”, dijo el veterano dirigente político en una clara alusión a actores que, en el pasado reciente, formaron parte de las estrategias extremistas, lideradas por Juan Guaidó. Por supuesto que Fermín agregó también otras razones para justificar su posición de ir solos en estas elecciones. “No se puede usar el concepto de unidad para seguir castigando a quien no se sume a un criterio único… a una unidad de medida de si el gobierno gana o no”, dijo, entre otras cosas.

Ese miércoles, el TSJ anunció su decisión sobre un recurso introducido por un sector del partido Tupamaros, de designar una junta directiva Ad Hoc, habilitada para postular en nombre de esa organización del Polo Patriótico. Dos días después, el máximo tribunal dictó medida similar en el PPT, al darle el control del partido y de las postulaciones a Ilenia Medina, autora de un recurso contra la dirección ejercida por Rafael Uzcátegui.

Ambas medidas fueron rechazadas por el PCV que, el domingo 23, difundió un comunicado en el que rechazó la intervención del TSJ, atribuyéndola a “acciones políticas del PSUV-gobierno que pretende concretar una ficticia unidad impuesta y subordinada”.

Semanas antes, dirigentes de ese partido, Tupamaros, PPT, otras organizaciones y movimientos oficializaron un frente político, la Alternativa Popular Revolucionaria, que, anunciaron, constituiría una alianza electoral para competir en las elecciones del seis de diciembre. Pero, paralelamente, representantes pepetistas continuaban negociaciones con el PSUV, tal como se hizo público días después de la actuación del TSJ. La cosa se complicó al interior del PPT que, una vez más, se vio ante la división como consecuencia de una disputa electoral.

Desde la oposición, ese mismo domingo, Henrique Capriles publicó una carta, en la que se deslindó de la ruta propuesta por Guaidó. El dos veces perdedor en unas elecciones presidenciales no dijo abiertamente que se sumaría a los actores que participan en el proceso pero dio señales claras. “Si lo que corresponde es seguirle el juego a Maduro, que ha diseñado quirúrgicamente unas parlamentarias para que los venezolanos no voten ¿Vamos a complacer su intención de arrebatar por abandono del juego? ¿Nos vamos a dar otra vez con la misma piedra”, dijo al aludir las veces que la oposición extremista no ha participado. “Un evento electoral siempre puede convertirse en un hecho movilizador que permita al país reencontrar el camino de la política”. ¿Es Capriles, el factor del que hablaba Fermín y Romero?

Último tramo. La decantación

Para los opositores, las cosas no parecen haber empezado bien el lunes 24, a pesar de la declaración de intenciones de Capriles, del que podrían esperar un número importante de votos a favor de la alianza.

Por lo menos así parece haber estado en el ánimo del secretario general del MAS, Felipe Mujica, quien ese día estuvo en Globovisión, desde donde admitió que, en el tiempo que quedaba antes del cierre de las postulaciones, no habría acuerdo entre ellos, pues se requería “superar las diferencias” para concretar una alianza unitaria.

Faltaban dos días para el cierre del lapso extendido por el CNE hasta el miércoles 26, y ese lunes el PCV inició la inscripción de parte de los candidatos de la Alternativa Popular Revolucionaria.

El martes, el TSJ se pronunció sobre otros dos recursos introducidos ante la Sala Constitucional, por lo que habilitó a Pedro Veliz para postular en nombre de Bandera Roja. Veliz es presidente de ese partido de oposición extremista y mantiene una disputa interna desde hace años con Gabriel Puerta. Así mismo, el alto tribunal  habilitó a Olga Morey para postular en nombre de Compromiso País (Compa). Dirigentes de esta organización, que no aparece en el último listado de partidos vigentes del CNE del 3 de julio, forman parte de la Alternativa Popular Revolucionaria.

A pocas horas de cerrarse el lapso de postulaciones el miércoles 26, bajó la presión en los partidos opositores, cuando la presidenta del CNE, Indira Alfonso, anunció una nueva extensión de nueve días, a petición de estas organizaciones.

Horas antes de la declaración de Alfonso, el ex dirigente copeyano, Eduardo Fernández, anunció la decisión de inscribir su partido Unión Para el Progreso (UPP) y postular candidatos, aunque no precisó si se unirá a  la alianza opositora. Con la extensión, Fernández tendría el tiempo necesario para cumplir con los dos procedimientos.

Ese mismo día, el PCV terminó de inscribir la totalidad de los candidatos de su alianza. Aunque este paso pareciera eliminar una alianza con el PSUV, aun queda tiempo para las reconsideraciones.

El jueves, el adeco Williams Dávila aseguró que la gobernadora de Táchira, Laidy Gómez estaba “autoexcluida” de ese partido, por su decisión de participar en el proceso electoral. Se supone que Gómez ya fue “autoexcluida” del partido en el 2017, cuando aceptó juramentarse como gobernadora por ante la Asamblea Nacional Constituyente.

El viernes 28, el diputado de Primero Justicia, José Brito, escribió en su cuenta de Twitter que “acontecimientos por venir en las próximas horas y días… Excarcelaciones, incorporaciones, inscripciones…” ¿Acaso Brito auguraba nuevas fracturas en el sector extremista de la oposición que lleven a otros dirigentes a participar en las elecciones? Así lo están suponiendo analistas que apoyan al sector de Guaidó, por lo menos en el caso de Capriles.

La semana que se inicia, la última en el período de postulaciones, será crucial en las negociaciones que, como hemos visto, se están desarrollando y que podrían continuar hasta noviembre. Y aunque los actores intentan amarrar sus candidaturas desde el principio, lo importante, por ahora, es hacer postulaciones, así sean temporales, pues éstas pueden ser modificadas y sustituidas hasta el seis de noviembre, en el caso de las listas, y hasta el 26 de ese mes si son candidatos nominales.

La intensidad de la dinámica partidista en torno a las postulaciones no es nueva. Pero, más allá del oportunismo o necesidad de sobrevivencia que motivarían a algunos factores extremistas a participar, los movimientos reflejan la disposición de amplios sectores por buscar salidas pacíficas y electorales a la crisis política que vive el país.

(Taynem Hernández / LaIguanaTV)