En conversación con Miguel Ángel Pérez Pirela en Desde Donde Sea, el filósofo venezolano Ian Carlos Torres, experto en temas bolivarianos, explicó el valor de la idea bolivariana de «Poder Moral» en la Venezuela del siglo XXI, que expondrá detalladamente en un libro de su autoría de próxima publicación. 

En tal sentido, Pérez Pirela enfatizó que además de las reflexiones, Torres presenta una propuesta concreta, fáctica, que cobra todavía más importancia, si se considera que en el país hay un proceso constituyente en marcha. 

En primer término, el experto destacó que en su planteamiento del Poder Moral recogido en el Discurso de Angostura, Simón Bolívar dejó «un texto y una propuesta constitucional concreta», que él toma, siguiendo al filósofo italiano Umberto Eco, con la pretensión de llenar los espacios vacíos que ese texto deja y adaptarlo a las necesidades actuales, razón por la cual se atrevió «a proponer una reinterpretación del Poder Moral, 200 años después».

Y aunque reconoce que los constituyentistas de 1999 retomaron la idea del Poder Ciudadano, abandonada por casi 200 años, éste apenas recoge «el vector contralor del Estado», dejando de lado «la función docente del Estado planteado por Bolívar». 

En su juicio, esta ausencia se explica «porque en la contemporaneidad esa función está amarrada al Poder Ejecutivo. La Constituyente de 1999 deja esa función educativa en manos del Ejecutivo y retoma la función contralora del Estado y construye el Poder Ciudadano sobre la base de tres organismos: la Fiscalía General de la República, la Contraloría y la inclusión de uno nuevo:  la Defensoría del Pueblo». 

Concretamente, Ian Carlos Torres plantea en su libro «que se incorpore al Poder Ciudadano una Junta de Educación Nacional, integrada por magistrados, que se nutra de las vertientes sectorial y nacional, como la Asamblea Nacional Constituyente actual, y aprovechar la oportunidad histórica de esta Asamblea Nacional Constituyente para crear e incorporar este organismo, que rija y dirija la educación nacional». 

A su parecer, esta adición aportaría al Poder Ciudadano «una cuarta pata de la mesa» orientada a dotarlo del equilibrio entre la función contralora y la función educativa del Estado contenida originalmente en la propuesta bolivariana. 

«La educación es el tema donde terminan muchas tertulias y debates. Gran parte del conflicto político, social, estatal es producto de una debilidad en la educación. Esto lo hemos oído decir desde que éramos niños», arguyó Torres para fundamentar la necesidad de consolidar la función educativa del Estado.

(LaIguana.TV)