La tarde de este 3 de septiembre, el canciller Jorge Arreaza desmintió las acusaciones del Gobierno de Iván Duque, que anunció la «desarticulación» de una operación militar financiada por el Gobierno Bolivariano para desestabilizar a Colombia y señaló que varios venezolanos habían sido detenidos por su presunta vinculación con este hecho. 

A este respecto, el diplomático calificó como una «desfachatez» las declaraciones de Duque. «Ahora resulta que los mercenarios desertores venezolanos iban a desestabilizar Colombia. Durante 2 años les dimos información precisa de las operaciones terroristas y jamás movieron un dedo. Los protegieron. Y así le pagan a esos traidores», escribió en Twitter.

Asimismo, Arreaza recordó que funcionarios de inteligencia del vecino país «acompañaron cortésmente» a Clíver Alcalá Cordones hasta un «avión VIP» cuando decidió entregarse a la justicia estadounidense «y lo despidieron con abrazos».

Adicionalmente, el alto funcionario aseguró que «hoy lo solicitan a la justicia, junto al mercenario estadounidense Jordan Goudreau», ambos sindicados por las autoridades de Venezuela por entrenar mercenarios en Colombia para la fallida incursión armada del pasado mayo, bajo el amparo del Gobierno de ese país. 

«Si son coherentes, soliciten también a Juan Guaidó», concluyó el canciller, en virtud de que como el propio Goudreau asegurara, éste suscribió un contrato con SilverCorp, compañía de tercerización de la guerra propiedad del exboina verde, en la que no solamente se definían los lineamientos de la invasión militar y el plan para asesinar al presidente Nicolás Maduro y a otros miembros de su Gobierno, sino las prebendas de las que gozaría el ejército mercenario, que podría actuar a sus anchas sin rendirle cuentas a nadie. 

Entonces, otro de los firmantes del acuerdo, Juan José «JJ» Rendón, reconoció la veracidad del documento y admitió que Guaidó también lo había refrendado, aunque intentó restarle importancia aseverando que se trató de «un contrato exploratorio».

(LaIguana.TV)