El presidente de Estados Unidos y candidato a la reelección, Donald Trump, está 17 puntos por detrás del candidato demócrata Joe Biden en una encuesta en el condado de Miami-Dade publicada este martes, pero tiene más simpatías entre los hispanos y puede ganar el estado de Florida como lo hizo en 2016.

El sondeo de la empresa Bendixen & Amandi International y el diario Miami Herald le dan a Biden un 55 % de la intención de voto y a Trump un 38 %, con un margen de error de +/- 4,4 puntos, de cara a las elecciones del 3 de noviembre.

Sin embargo, en un apartado de la encuesta, con un margen de error mayor, Trump le saca una leve aventaja a Biden (47 %/46 %) entre los hispanos de Miami-Dade, el condado con más votantes de toda Florida, un estado que suele ser determinante para el resultado de las elecciones presidenciales.

A juicio de Fernand Bendixen, el estratega demócrata que dirige la empresa consultora, los resultados de esta encuesta deberían hacer reflexionar a la campaña de Biden.

«Si el candidato demócrata tiene unos resultados pobres en lo que debería ser uno de sus condados más fuertes -y es ciertamente el condado más grande para los votos demócratas en el estado de Florida-, sus oportunidades de ganar Florida pueden estar en peligro a no ser que los votantes blancos de otras partes del estado abandonen a Trump en masa», dijo Bendixen.

En 2016 Trump perdió en Miami-Dade por una diferencia de 30 puntos (unos 290.000 votos) frente a Hillary Clinton, pero ganó en el estado con una ventaja de 1,2 puntos.

De acuerdo con la encuesta, realizada del 1 al 4 de septiembre a 500 potenciales votantes de Miami-Dade, en el electorado blanco del condado un 48 % se inclina por Biden y un 44 % por Trump.

Por supuesto, el exvicepresidente aventaja a Trump entre los demócratas y cuenta con un 16 % de apoyo entre los inscritos como republicanos y un 51 % entre los independientes.

Además del apartado de los latinos en general, la encuesta tiene otro sobre los cubano-estadounidenses de Miami-Dade, entre los cuales Trump, que ha aplicado una política de mano dura frente a Cuba a lo largo de sus cuatro años de gobierno, es el absoluto favorito con una diferencia de 38 puntos sobre Biden.

«Los demócratas están dejando potencialmente sobre la mesa los votos cubanos que ganaron en el pasad y que podrían hacer la diferencia en una estado tan reñido como Florida», dice Amandi.

En 2012, los cubano-estadounidenses de Florida dividieron sus votos entre el entonces candidato republicano, Mitt Romney, y el presidente Barack Obama, que buscaba la reelección.

En una reciente entrevista con un canal de televisión de Miami, Biden se mostró partidario de una política a de diálogo con el gobierno cubano, pues, según dijo, la mano dura de Trump no solo ha afectado negativamente la vida de las familias cubanas sino que no ha logrado mejorar el respeto a derechos humanos, que más bien ha empeorado.

Hasta ahora Biden no ha logrado alcanzar los niveles de popularidad de Hillary Clinton entre los votants hispanos, según diversas encuestas, a pesar de que defiende un cambio radical en la política migratoria del país que favorezca a los inmigrantes.

Este martes Trump visitará Florida para participar en un acto sobre la protección del medio ambiente, un tema con el que quiere «hacer luz de gas» al electorado floridano, según denunciaron los demócratas que le acusan de tener un pobre historial en este campo.

(EFE)