En 2012, durante los Juegos de Londres, el espadachín venezolano Rubén Limardo con sus estocadas hizo resonar el “Gloria al Bravo Pueblo” en suelo británico, ganando la medalla de oro. Pero desde el martes 8 de septiembre, el campeón nacido hace 35 años en Ciudad Bolívar, forma parte del templo de los inmortales de la esgrima.

El venezolano es el segundo latinoamericano en ser exaltado al Salón de la Fama de la esgrima mundial, anteriormente fue el turno del cubano Ramón Fonts, señaló el portal italiano La voce.

“Estoy feliz de haber recibido esta noticia, sobre todo porque llega en un momento difícil, en el que no pude reunirme con mi familia en Venezuela debido a la pandemia. Para mí representa un nuevo estímulo para mi carrera deportiva”, declaró Limardo en un comunicado de prensa.

“Ser miembro del Salón de la Fama de la FIE es un honor, aquí están los mejores del mundo, es un orgullo como venezolano, como deportista, como persona. No me lo esperaba, al contrario, ni siquiera sabía que había Salón de la Fama, lo supe cuando recibí la candidatura”, dijo el venezolano.

Limardo en 2019 ganó la medalla de oro en los Juegos Panamericanos disputados en Lima. El espadachín es uno de los 19 venezolanos con plaza garantizada en los Juegos Olímpicos de Tokio.

El reglamento del Salón de la Fama Mundial de la Esgrima permite este tipo de honor a los deportistas aún activos, situación similar a la del estadounidense Mariel Zagunis, que se incorporó en 2014.

“Todavía no pienso en la jubilación”, explicó Limardo y agregó: “Quiero participar en los Juegos Olímpicos de París en 2024”.

Limardo comenzó a ser noticia en 2005, cuando ganó la triple corona de la espada juvenil, convirtiéndose en el primero en lograr esta hazaña. A su palmarés se sumaron el Mundial y el primer puesto del ranking de categorías.

En su escaparate personal hay 13 medallas de etapas del mundo, medallas del campeonato panamericano y muchas otras medallas y trofeos.

(Agencias)