El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, predijo el jueves en su mitin de Michigan que ganaría la batalla electoral en dicho estado en los comicios de noviembre, mientras miles de partidarios, en su mayoría sin mascarilla, desafiaban las directrices estatales destinadas a contener la expansión del coronavirus.

“Esta no es una multitud que viene a ver a alguien que termina en segundo lugar”, dijo Trump a los hombres, mujeres y niños —muchos con camisetas y gorras rojas de “Make America Great Again” (“Hagamos EEUU grande otra vez”)— que presenciaron su discurso en un aeropuerto cerca de Midland, Michigan, desde donde el presidente habló junto al avión Air Force One.

Los miembros de la campaña de Trump afirman que planean pasar “cantidades masivas” de tiempo en Michigan en el período previo a las elecciones del 3 de noviembre.

Michigan es un estado industrial que, junto con Wisconsin y Pensilvania, ayudó a impulsar a Trump a la victoria en 2016.

El candidato demócrata, Joe Biden, aventaja al presidente en los sondeos a nivel nacional por 12 puntos porcentuales, según una encuesta de Reuters/Ipsos. Pero esta ventaja es más reducida en Michigan, con un promedio de sólo 4,2 puntos, según Real Clear Politics.

La subsecretaria de prensa nacional de la campaña de Trump, Samantha Zager, dijo que el candidato republicano estaba aprovechando “el entusiasmo de aquellos que están desilusionados con políticos de carrera como Joe Biden”, y que atraería a nuevos votantes para “expandir una ya amplia coalición de apoyo”.

Biden visitó Michigan el miércoles, desde donde criticó a Trump por los comentarios hechos durante una entrevista con el periodista y escritor Bob Woodward, en los que dijo que estaba restándole importancia a la amenaza del virus para evitar que cundiese el pánico.

Biden también desveló, como parte de su agenda, una “penalización fiscal por deslocalización” sobre los beneficios de productos fabricados en el extranjero y vendidos en Estados Unidos, una medida que está en consonancia con la actitud de Trump en materia comercial.

Los dos políticos tienen puntos de vista muy divergentes sobre casi todo, pero ambos están de acuerdo en la necesidad de traer de vuelta a Estados Unidos —desde China— las cadenas de fabricación. Es probable, de hecho, que Biden, en caso de ser elegido, mantenga muchos de los aranceles impuestos por Trump.

El presidente, por su parte, criticó a la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, por las restricciones impuestas para frenar el contagio del coronavirus. Trump afirmó que Whitmer no tenía “ni idea” de cómo reabrir la economía del estado, lo que provocó los aplausos de la multitud.

La oficina de la gobernadora no hizo ningún comentario al respecto, aunque Whitmer había indicado en la mañana del jueves que le preocupaba que no se respetasen las medidas de distanciamiento social durante el mitin republicano.

(Reuters)