El diputado opositor Juan Guaidó divulgó este viernes en Twitter un «plan para recuperar la industria petrolera» –según él, destruida por el gobierno–, en el que promete, entre otros aspectos, resolver el problema de suministro de gasolina que atraviesa el país en quince días, siempre que se derroque al presidente Nicolás Maduro y se instale «un gobierno de emergencia nacional»; mandato que dictara la administración Trump el pasado mes de marzo y que su agente local no ha logrado concretar. 
 
En el audiovisual difundido, el dirigente extremista asegura que «un gobierno de emergencia nacional que recupere la confianza en el mundo tendría acceso a mercados más baratos, más seguros para abastecer de gasolina al país en el corto plazo. Así podríamos traer 14 tanqueros mensuales para abastecer al país, mientras se recupera la capacidad de refinación».
 
Lo anterior representa una admisión directa del efecto que han tenido las medidas coercitivas que ha impuesto Washington sobre el negocio petrolero venezolano, agudizadas desde 2019, cuando la Casa Blanca, tras una cuestionada autoproclamación, le reconoció como «presidente interino».
 
La figura, que no está contemplada en la Constitución, ha servido de excusa para que el todavía parlamentario y su grupo, amén de solicitar reiteradamente más sanciones contra el país, se hayan hecho del control de dos activos estratégicos del Estado en el extranjero ligados a la industria de los combustibles: las empresas Citgo y Monómeros.
 
Asimismo, algo que nunca menciona Juan Guaidó es que el creciente cerco impuesto por el gobierno estadounidense sobre Venezuela para conseguir el derrocamiento del presidente Nicolás Maduro y del cual ha sido un ferviente promotor, le ha impedido a Venezuela adquirir equipos y suministros necesarios para la refinación de petróleo. 
 
Otros aspectos anunciados en el «plan» son la privatización de la industria y la venta de petróleo a «mercados tradicionales» –es decir, Estados Unidos–, en desmedro de las políticas de diversificación de mercados que se intentó consolidar desde tiempos del presidente Hugo Chávez. 
 
Esta nueva oferta engañosa y chantajista, no fue acogida con beneplácito por muchos de quienes, aún oponiéndose a Maduro, no creen ya en ninguna de las promesas del autoproclamado presidente interino. 
 
Las reacciones variaron entre los insultos, las ironías e incluso, reclamos por una aparente ausencia de radicalismo, por esconderse en una embajada en lugar de activar el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), un artilugio jurídico de la Organización de Estados Americanos para justificar una agresión militar contra Venezuela por parte de un ejército multinacional. 
 
«Tu habladera de paja no soluciona nada por las redes sociales. Tiene que haber un verdadero líder que lidere en las calles, tenga bolas y pantalones y se pare de frente y ponga el pecho, no escondido en una embajada, y le ponga un ultimátum al régimen, acompañado del 187-11 TIAR R2P», criticó en ese sentido @meche19831.
 
«Cáááááááááááállate», escribió la usuaria @sheilalamas2 y @NsPd7 lo tildó de «inútil». 
 
Por su parte, @OscarRLR señaló: «¿No han cumplido ninguna promesa del 2015 y en 15 días vas a solucionar el problema de la gasolina? ¡Basta de manipulación!», y @Benjiirc ironizó: «Pero eso es después o antes del ‘cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres’. Es que estoy confundido. Gracias». 
 
@JuanRo1523 dijo que si pasaban «como 60 años esperando a que caiga el gobierno», entonces sería en ese momento cuando se regularizaría el suministro de combustible en 15 días.
 
Y @MarSamana, burlonamente, comentó: «¡Ay, papito! Es más fácil que llegue la gasolina, que el cese de la usurpación».
 
(LaIguana.TV)