Este miércoles, el presidente estadounidense, Donald Trump, incluyó a Venezuela en la lista de los «principales países de tránsito de drogas o principales productores de drogas ilícitas», según consta en un memorándum publicado en el sitio oficial de la Casa Blanca. 
 
En el documento, se acusa al presidente Nicolás Maduro de ser, supuestamente, «el cabecilla más cómplice» de las organizaciones criminales que trasiegan droga en el Caribe y aduce que el pasado marzo, «un tribunal de Estados Unidos acusó a Maduro de narcoterrorismo y conspiración para contrabandear cocaína» hacia ese país, acusación sobre la que hasta ahora no se ha ofrecido prueba alguna y que carece de cualquier soporte jurídico.
 
Además, se indica que el Departamento de Estado ofreció «una recompensa de 15 millones de dólares por información que conduzca a su arresto o condena». 
 
La intención real –derrocar a Maduro e instalar a un gobernante títere teledirigido desde Washington– aparece apenas unas líneas más abajo:
 
«Estados Unidos seguirá apoyando al pueblo venezolano, al presidente interino Juan Guaidó y a la Asamblea Nacional elegida democráticamente, y trabajará junto con el legítimo Gobierno interino de Venezuela para detener el narcotráfico y erradicar los elementos criminales que han explotado a ese país».
 
En otros puntos del texto, se resalta la «colaboración» prestada por el gobierno de Iván Duque (Colombia) para luchar contra el  narcotráfico y «la creciente cooperación» alcanzada con el gobierno de facto de Jeanine Áñez en Bolivia.
 
La lista de los «principales países» identificados por la administración Trump como centros de tránsito o producción de drogas ilícitas, está conformada por Afganistán, Bahamas, Belice, Bolivia, Birmania, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, India, Jamaica, Laos, México, Nicaragua, Pakistán, Panamá y Perú.
 
(LaIguana.TV)