Ver demasiada pornografía con frecuencia se encuentra asociado con otros problemas de salud como ansiedad, depresión o desorden bipolar.
Cuando la gente se deprime, se siente sola y tiende a masturbarse recurriendo a la pornografía la cual se puede convertir en una forma de mayor aislamiento.
Entre más nos exponemos a algo más tendemos a normalizar conductas que pudieran ser nocivas o prácticas sexuales que pudieran ser dañinas.
Pero en una pareja con una vida sexual sana, la pornografía suele tener un efecto positivo en sus cerebros, haciéndolos mas creativos en la intimidad.
Para hombres y mujeres que viajan con frecuencia, ver pornografía y autosatisfacerse es una forma de relajación que les ayuda a mantenerse fieles a sus parejas.
Según legisladores del estado de Virginia, los niños se exponen a la pornografía entre edades de 11 y 12 años en promedio lo cual es un problema por la falta de una correcta educación sexual.
Mientras que los científicos no terminan de ponerse de acuerdo sobre los efectos de la pornografía en el cerebro, una cosa es innegable, cada vez más personas consumen porno en la red.
De acuerdo con Paint Bottle, 30% de todos los datos transferidos on line se usan en descargar y mirar pornografía, el 70% consumido por hombres y el 30 % por mujeres, y de acuerdo al sitio, el número de gente consumiendo pornografía crece cada semana.
Según el Dr. William Struthers, profesor de psicología de Wheaton College, una investigación confiable acerca de la pornografía es muy complicada por el hecho que intervienen muchos especialistas con metodologías muy variadas.
Además, mientras que se han realizado múltiples investigaciones, el tipo de pornografía y cómo se consume hoy en día es muy distinta a la que se consumía hace dos décadas.
¿Se puede ser adicto a la pornografía?
Cuando se habla de alcoholismo, drogas o apuestas, la respuesta es clara, la adicción se puede identificar, estudios demuestran conductas y alteraciones en la química del cerebro, que queda en evidencia también con los efectos que produce la abstinencia.
Pero tratándose de pornografía no existe evidencia de que sea adictiva o dañina, afirma Ian Kerner psicoterapeuta y consejero sexual. “No ha sido comprobado científicamente”.
Sin embargo, cuando hay un consumo excesivo de pornografía esta puede estar asociada con ansiedad y depresión de acuerdo con Kerner.
(Viveusa.mx)