China informó este viernes 9 de octubre que se unió a una iniciativa global para vacunas anticovid-19 codirigida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), convirtiéndose así en la mayor economía hasta la fecha que se compromete a ayudar a comprar y distribuir las vacunas de forma equitativa.

La iniciativa de China, donde se registró por primera vez el nuevo coronavirus, se produce en paralelo a las conversaciones que el país mantiene con la OMS para que sus vacunas experimentales contra la enfermedad COVID-19 sean evaluadas para su uso internacional.

La gestión del brote inicial por parte de Pekín ha sido objeto de numerosas críticas internacionales, lo que ha hecho que se disparen las opiniones desfavorables hacia China en una encuesta reciente en países avanzados.

En la declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores chino del viernes no se dieron detalles sobre el grado de apoyo que Pekín proporcionará al programa, conocido como Covax, aunque el presidente Xi Jinping prometió en mayo dos mil millones de dólares para los próximos dos años con el fin de ayudar a combatir la pandemia, que se ha cobrado más de 1 millón de vidas hasta la fecha.

“Estamos dando este paso concreto para asegurar la distribución equitativa de las vacunas, especialmente a los países en vías de desarrollo, y esperamos que otros países con capacidad también se unan y apoyen a Covax”, dijo la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Hua Chunying en el comunicado.

La iniciativa de Covax tiene como objetivo suministrar al menos dos mil millones de dosis de vacunas para finales de 2021.

China se une a unos 168 países que ya han anunciado su participación en Covax, incluyendo 76 países ricos. Ni Estados Unidos ni Rusia se han unido al programa.

(Reuters)