En esta nueva edición del programa multimedios Desde Donde Sea, el filósofo y analista político Miguel Ángel Pérez Pirela entrevistó al reconocido escritor y periodista Ignacio Ramonet, quien analizó la perspectiva de los escenarios electorales más próximos en el hemisferio, a saber Bolivia, EEUU y Venezuela.

Pérez Pirela comenzó su planteamiento describiendo el panorama excepcional en el que desarrollarán estos tres eventos electorales: Bolivia con un gobierno de facto que asumió el poder luego de una lamentable actuación de la OEA; EEUU como epicentro mundial de la pandemia de coronavirus, protestas por problemas raciales y un presidente que tal vez no reconozca las elecciones; y completa el panorama Venezuela, contra la que se han arreciado las sanciones, incautación de su buques con gasolina, intentos de magnicidio e incursiones militares. Ante lo cual le preguntó a Ramonet cómo veía el panorama geopolítico en la región, complicado además por el COVID-19.

“En estas elecciones no se decide el destino de países sino del hemisferio, estos eventos electorales van a permitir geometrear la geopolítica del hemisferio, sobre todo tratándose de EEUU”, respondió el también director de Le Monde Diplomatique.

Bolivia, la OEA y el posible fraude del gobierno de facto

Al respecto, pasó a detallar la situación en cada una de estos países y cómo podía ser el desarrollo de los comicios: «El gobierno de Evo hizo salir de la pobreza a millones de bolivianos, si Lula fue el mejor presidente de la historia de Brasil, Evo lo fue de Bolivia. Según las estadísticas, los candidatos del MAS tienen posibilidades de ser elegidos en primera vuelta». No obstante, Ramonet dificulta que con todo el esfuerzo invertido por EEUU en derrocar a Evo Morales, ahora le dejen a Luis Arce, candidato del MAS, llegar al poder.

Revisando más el contexto en el que se dio el derrocamiento de Morales, analizaron por qué creen que este último habría confiado en la OEA como observadora en aquellos últimos comicios donde resultó ganador, Ramonet opinó: “Creo que no fue una medida acertada, sobre todo después del comportamiento de la OEA con Venezuela y toda América Latina en su historia reciente, no iba a jugar limpio. Creo que pecaron por imprudencia. Tal vez por ser la tercera elección y luego del referendo que había perdido Evo Morales, que consideró que se había perdido por una campaña, pero luego el Tribunal Supremo boliviano dijo que la voluntad popular estaba por encima de la consulta. Lula le dijo a Evo que en esas condiciones no se presentara, en mi opinión, Evo le dio muchas armas a la OEA”.

A su vez Pérez Pirela coincidió con él y le preguntó qué garantías habría de que estas elecciones con un gobierno de facto terminen bien: “No tenemos garantías. En razón de las dificultades que impuso el gobierno de facto y el impedimento al mismo Evo de postularse. Ya al tener más del 10 % de ventaja, el fraude va a estar ahí, al haber segunda vuelta. Luis Arce es el arquitecto del milagro económico boliviano. No creo que con todo lo que invirtieron para derrocar a Evo dejen ganar a Arce. Menos con lo más reaccionario de EEUU a punto de votar en aquel país”.

EEUU: Trump desconocería elecciones 

Abordando ya el escenario en la nación estadounidense, Pérez Pirela planteó que las autoridades de ese país dejaron en ridículo a las protestas y el mundo entero al permitir salir, luego de pagar una fianza de un millón de dólares (que no se sabe de dónde salieron) al expolicía Derek Chauvin, principal responsable de la muerte de George Floyd, considerando que ese hecho generó gran malestar en EEUU y alrededor del mundo: “No solo por el racismo, antes de la pandemia, en el mundo había una protesta general, Chile, París, Colombia, Irán, Puerto Rico, EEUU, las feministas; son protestas contra un modelo democrático que ya no satisface las necesidades de la gente, el neoliberalismo ha agravado las desigualdades, además del racismo y la xenofobia. Son la puesta en entredicho de un modelo, llegan la pandemia y el confinamiento para apaciguarlas, pero no hace olvidar su causa. Estas fuerzas están activas en EEUU, recordemos el caso de un grupo de supremacistas que conspiraron para secuestrar a una gobernadora y causar una guerra civil”.

Además, analizaron el hecho, sin precedentes, de que el mismo jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, ponga en entredicho los resultados de las próximas elecciones presidenciales del 3 de noviembre: “EEUU fue el primero que estableció un modelo de democracia nunca antes visto desde los griegos, que incluso inspiró a Bolívar. Hoy tenemos por primera vez esta perspectiva de que el presidente pueda decir que hay fraude e ir al Tribunal Supremo, ¿qué pasará en la sociedad? Lo más probable es que la noche de las elecciones Trump tenga una mayoría, pues la gran parte de los demócratas votarán por correo o redes sociales, y esos resultados llegarán en días, Trump dirá que ganó irrevocablemente”.

Por otro lado, los estragos de la propagación del COVID-19 en EEUU, debido a las erradas políticas también han alejado a la comunidad científica del Gobierno, pues hicieron alusión a que las grandes revistas científicas de ese país –como Nature, Scientific American y New England Jopurnal Of Medicine– han tomado partido contra Trump en vista del menosprecio de este último por el criterio científico para atender la pandemia, “los científicos más reputados del mundo, se han unido para decir que el hombre que gobierna la mayor potencia del mundo es un precientífico”.

Por lo que Ramonet agregó, ante el planteamiento de Pérez Pirela sobre que en algunos colegios electorales (recordando que la elección en EEUU no es directa sino de segundo grado), Biden y Trump están parejos, a pesar de las más de 210 mil muertes por coronavirus que pesan sobre los hombros de este último.

Haciendo alusión a su trabajo en semiología, el también director de LaIguana.TV recordó el momento, días atrás, en el que Trump llegó a la Casa Blanca, luego de padecer coronavirus y se quitó la mascarilla en el balcón, gesto que habría disminuido su aceptación en las encuestas. Ramonet dijo que el mandatario se concentraba en hacer campaña en ciertos estados donde su discurso tuviera resonancia: “Trump ha decidido jugar el rol del líder instintivo, y no del líder cartesiano racional, que nunca ha sido. Es la magia contra la ciencia, porque la base de los que lo apoyan está en esa consigna. Con Hillary jugó con los estados con mayores colegios electorales. Hace campaña en el centro del país -no en Nueva York ni California-, donde hay un odio de una gran parte del electorado contra la modernidad, pues son zonas desindustrializadas que han sufrido la falta de tecnología, por eso es el defensor de los fake, la posverdad. Por eso sale del debate diciendo que esa es su verdad. Él ha apostado a ese núcleo en esos estados”.

En América Latina, el proceder de Trump también lo ha replicado el presidente ultraderechista de Brasil, Jair Bolsonaro, acerca de difundir fakes, contar medias verdades, segmentar información, por tanto, el planteamiento de Pérez Pirela se direccionó en preguntar si la realidad es más fuerte que el fake new: “Recordemos que el término posverdad es bien preciso, calcado sobre posmodernidad y la creencia de que el progreso llega a un degaste en el momento de las descolonizaciones, por lo que hay que hacer una epistemología nuevas unidades de medida para interpretar el mundo, para ver África, América Latina, Asia, Vietnam, la Cuba de Fidel. Sobre esa idea fundan los politólogos la posverdad: según cómo yo lo cuente o lo que me cuentan, formulo mi verdad. La verdad será entonces s lo que la mayoría de la gente crea así no sea verdad. No es la verdad, sino el relato de la vedad y de quién cree ese relato”.

Sobre este punto, Pérez Pirela argumentó que entonces ya Trump, con el gesto de haberse quitado la mascarilla, está llevando el fake new a su mayor extremo. Ramonet dijo que en efecto se pone en evidencia cómo en un mundo donde debido a la pandemia ya hay más de 35 millones de casos y 1 millón de muertos, tenemos toda clase de tecnología, pero no se cuenta con la tecnología para combatir un virus.

En este estado de cosas, no podía faltar una referencia a Venezuela. Pérez Pirela recalcó cómo siendo un país asediado, sancionado y bloqueado ha mantenido a raya los contagios y decesos. El catedrático español citó un artículo suyo en torno a la actuación países del primer mundo y que incluso pertenecen a bloques de países, como la Unión Europea: “Escribí un ensayo, ‘La pandemia del sistema mundo’, donde explico que Alemania, Reino Unido, Francia, se han visto arrollados por la pandemia, se vieron desnudos, sin mascarillas ni medicamentos básicos, porque estas fábricas por la globalización las localizaron en Asia. Entonces no tenían industria farmacéutica, no hubo solidaridad, cerraron sus fronteras, impusieron medidas de entrada para extranjeros y sus nacionales. A la Cruz Roja Internacional no la hemos oído. Estas instituciones han desaparecido. Hice un estudio y la OMS llegó a recomendar a las personas que no había problemas para tomar cruceros”.

Venezuela, su modelo exitoso contra la pandemia y el 6-D

Ya en el contexto de América Latina, ambos académicos repasaron la situación en algunos casos catastróficas de países que se jactaban de ser promovidos como gobiernos “modélicos” por EEUU y la UE -como Chile, Perú, Colombia, Brasil- y que resultaron ser gobiernos “de oropel”, por sus pésimas políticas ante el coronavirus, para quienes la prioridad es derrocar al presidente Maduro, a lo que Ramonet invitó observar un interesante contraste: “La mejor ilustración es tomar dos países tan opuestos como EEUU y Cuba. EEUU siendo la primera potencia militar no ha enviado ni una mascarilla a ninguno de sus aliados en una gran crisis social total, ni un médico ni un enfermero ni un medicamento. Cuba, pequeño país de 10 millones habitantes, bloqueado hace 60 años, ha enviado médicos a casi 50 países, a Andorra, Italia, Martinica y cantidad de países en América Latina, no ha dudado en ayudar. Hay países con solidaridad y sin solidaridad”.

Abordando ya el tema de Venezuela y cómo a pesar de la suma de bloqueos, sanciones y pandemia, aún así llevará adelante un proceso eleccionario, Pérez Pirela le preguntó cómo veía el panorama: “El modelo que ha puesto en práctica el presidente Maduro ha sido de los más eficaces. Creo que contrariamente a la estructura de ataque y hostigamiento, desde que el presidente Maduro fue elegido por primera vez, la realidad de la revolución bolivariana es que aquí las elecciones se han celebrado siempre. Es una revolución que siempre se ha articulado con la democracia. Cuando se perdió la Asamblea Nacional en 2015, Maduro las aceptó y unos días después dio su Memoria y cuenta; recuerdo cómo el presidente del Parlamento de ese entonces, Ramos Allup, tuvo un comportamiento inaceptable: dijo que su principal objetivo era derrocarlo”.

Ante la postura de la UE con respecto a postergar las elecciones a la Asamblea Nacional, Ramonet indicó que esta nunca ha sido justa con Venezuela, porque reconoció a Juan Guaidó y se metió en un callejón sin salida: “No veo por qué las autoridades los escucharían como si fueran neutros, cuando han tomado partido entre el gobierno y quienes trataron de tomar el poder”. Señaló que en efecto no se podrían retrasar en vista de los lapsos que dicta la Constitución, y que ha visto calma en el país: “He visto a las familias paseando, a la gente comprando, y llevando una vida normal, he hablado con gente –que para nada me han parecido partidarias del gobierno- que me han dicho que no se ha sentido la COVID-19 como en Colombia, Ecuador…”.

Ambos analistas no pudieron dejar de lado el tema que ocupó los titulares esta semana y fue el apoyo de Argentina al informe de la Comisión de Hechos de la ONU, impulsado y pagado por países del Grupo de Lima, sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela: “No se entiende la decisión del gobierno amigo de Argentina votando a favor de ese informe en Ginebra, cuando esperamos un informe sobre Colombia, ¿cómo pudo votar con el Grupo de Lima? Es una gran decepción. No solo los enemigos tradicionales de la revolución hostigan al gobierno, sino que hay amigos que tampoco entienden”.

Pérez Pirela y Ramonet cerraron la edición del programa hablando sobre la solidaridad de la izquierda latinoamericana con Venezuela, primero Pérez Pirela dijo que en su opinión observa que hay una izquierda que “es como si estuviera haciendo obituarios, es hora de dejar de lado las guitarras y los poemas, esta revolución está viva”. Ramonet recalcó que hay una izquierda dispuesta a activarse para defender a Venezuela, como el caso de la declaración de más de 500 intelectuales, artistas y luchadores sociales que en menos de 24 horas suscribieron una declaración contra Argentina: “Venezuela tiene mucha solidaridad, mucha gente dispuesta a estar en la primera línea. Quien quiera venir a ver si aquí hay una democracia de verdad que venga el 6 de diciembre”.

(LaIguana.TV)