Al día de hoy, los científicos han identificado que cinco personas en el mundo han padecido dos veces la COVID-19. El último, según un estudio aparecido en la revista médica The Lancet, es un hombre de 25 años residenciado en los Estados Unidos, sin antecedentes de afecciones inmunes, que se infectó por primera vez en abril y 48 días después del primer diagnóstico, se confirmó que se había infectado nuevamente, pero con otra cepa del virus.
 
«Lo que es preocupante es que la reinfección por SARS-CoV-2 resultó en una enfermedad peor que la primera infección, requiriendo soporte de oxígeno y hospitalización», se advierte en la investigación firmada Akiko Iwasaki.
 
Asmimismo, se indica que la reinfección no parece deberse a «una escasa respuesta de anticuerpos después de la primera infección», puesto que las personas cuya reinfección se ha reportado hasta la fecha, no tenían «deficiencias inmunológicas conocidas». 
 
Se precisa, además, que «no necesariamente» la inmunidad «protege a un individuo de la enfermedad durante la reinfección», puesto que en dos de los cinco casos considerados en el estudio, la segunda infección fue más severa que la primera. 
 
«Es importante tener en cuenta que los casos de reinfección en general se detectan por síntomas y están sesgados hacia la detección de casos sintomáticos. Debido a la escasez de pruebas y vigilancia amplias, no sabemos con qué frecuencia ocurre la reinfección entre las personas que se recuperaron de su primera infección», se advierte.
 
La buena noticia es que, según la evidencia disponible, la posibilidad de reinfección no afectaría la capacidad de inmunización de una vacuna, pues esta sería capaz de proteger a quienes la reciban de todas las variantes del SARS-CoV-2 que están circulando, en tanto, por un lado, «la reinfección por una variante viral distinta del virus original no implica un escape inmunológico» y por otro, nada sugiere que «la segunda infección se debió a la evasión inmune». 
 
Finalmente, en la investigación se alerta que «los casos de reinfección nos dicen que no podemos confiar en la inmunidad adquirida por una infección natural para conferir inmunidad colectiva», puesto que dicha estrategia «no solo es letal para muchos, sino que tampoco es eficaz». Esa meta, insiste Iwasaki, solamente podrá alcanzarse cuando estén disponibles «vacunas seguras y eficaces» y campañas de vacunación «sólidas».
 
(LaIguana.TV)