El desarrollo del tramo final de la campaña electoral en los Estados Unidos, fue el tema elegido por el filósofo y analista político Miguel Ángel Pérez Pirela para la edición 187 de su programa Desde Donde Sea, que se transmite de lunes a viernes a las 7 de la noche –hora de Venezuela– a través de YouTube, Facebook e Instagram. 
 
El experto refirió que si bien es habitual que los candidatos presidenciales en los Estados Unidos apelen a ciertos personajes, partidos políticos y países latinoamericanos para intentar conquistar votos en entidades decisoras como Florida. 
 
«Siempre ha sido así, pero en estos momentos se hace todavía más evidente el rol de ciertos partidos y personeros latinoamericanos en el andamiaje político de los Estados Unidos. Se trata de países, gobiernos que han sido secuestrados por la campaña electoral estadounidense», detalló. 
 
En la hora de los hornos, ¿qué hacen los candidatos para capturar votos en los estados decisivos?
 
En la recta final de la carrera presidencial, el republicano Trump y el demócrata Biden se están enfocando en realizar giras por el territorio estadounidense. El actual mandatario visitó el lunes Florida –Biden lo hizo ayer– y siguió a Pennsylvania, otro estado decisivo para ganar los comicios.
 
Todas las proyecciones apuntan a que Biden arrasará en el voto popular –como lo hiciera Hillary Clinton en 2016–, pero no se prevé que se repita el milagro que garantizó el triunfo de Trump en los colegios electorales, más todavía cuando los sondeos indican que Biden también le aventaja en ese espacio, acotó el analista. 
 
Según cifras consultadas para la emisión, más de 11 millones de personas han votado «en ausencia» –por correo– en 38 de los 50 estados y ello a pesar de los cuestionamientos sobre la confianza asociada a este procedimiento que han proferido sistemáticamente el actual presidente y su partido. 
 
Asimismo, pese a haber padecido COVID-19, –y haberse recuperado insólitamente rápido, aunque es de edad avanzada–, Trump se niega a utilizar mascarilla. Durante su gira, que lo llevará por cuatro estados clave para los comicios de noviembre, dijo con prepotencia: «Ya pasé por eso. Me dicen que soy inmune. Me siento poderoso», al tiempo que lanzaba mascarillas a la audiencia.  
 
Trump fue a Pennsylvania, región industrial y minera que lo apoyó en 2016. Sin embargo, diversos analistas coinciden en señalar que ese respaldo puede no llegar a concretarse en noviembre, porque incumplió con su principal promesa de campaña: la promesa de un milagro económico. Antes bien, puntualizó Pérez Pirela, Estados Unidos atraviesa por una crisis económica similar a la registrada en los tiempos de la Gran Depresión, a inicios de la década de 1930.
 
De acuerdo con las agencias de noticias AFP, Reuters y France 24, los estrategas republicanos temen que Trump pierda en las zonas suburbanas del este y el sureste de Pennsylvania e incluso en las zonas rurales centrales, donde tradicionalmente el partido es muy fuerte.  
 
De su lado, Biden parece haber comprendido la clase de apuro en la que se encuentra sumido su rival, puesto que también hace campaña en la Costa Este y se está enfocando en los adultos mayores, incluyendo en entidades como Florida, donde el voto republicano en ese segmento etáreo parecía claramente definido. 
 
Los expertos aseguran que Biden sigue siendo más atractivo para los votantes mayores de lo que lo fue Hillary en 2016, si bien Trump ganó en Florida con apenas 1,2 puntos porcentuales por encima. 
 
En la disputada entidad, la ventaja de un punto que Biden ostentaba sobre Trump en septiembre, se convirtieron en cuatro –52% versus 47%, de acuerdo con sondeos recientes–. Si se considera, además, que es imposible que se reelija sin los votos del colegio electoral de ese estado, la situación del mandatario es bastante cuestarriba. 
 
La mencionada investigación señala que la pandemia «es el punto nodal de las elecciones», pues es el segundo tema que más importa a los votantes, tras la economía y el desempeño desastroso de Trump no colabora en sus intenciones de pasar cuatro años más en la Casa Blanca. 
 
Una campaña basada en el «secuestro de países»: Venezuela, Cuba y Colombia
 
Trump, en su intento de ganar Florida, ha tratado de vincular a Biden con políticas e ideas socialistas o, en todo caso, con lo que interesadamente identifican como «socialismo». 
 
El pasado lunes, el gobernante escribió en Twitter: » ¡Nuestro país no puede sobrevivir como una nación socialista y eso es lo que los demócratas quieren que sea. Los Estados Unidos nunca se convertirán en una versión a gran escala de Vzla. Todo control ya se le está quitando a ‘Sleepy Joe’ –como se refiere a su contendor–, él ya no tiene nada qué decir».
 
Miguel Ángel Pérez Pirela opina que en su Intento de manipular a la audiencia para pescar votos, Trump no solamente acusa injustamente a Biden de ser socialista, sino que además denuncia que pretende «tratar de hacer de los Estados Unidos una gran Venezuela». 
 
En este punto, recordó que tanto republicanos como demócratas han tenido la misma política de sanciones y bloqueos en contra de países que no se pliegan a los dictámenes de Washington, razón por la cual «sería ingenuo hacer distinciones» en relación con la política exterior que adelantará uno o el otro. 
 
Pero no solamente es Trump quien, para hacerse con los favores de los electores, recurre a manipulaciones y a falsas acusaciones. Biden llegó todavía más lejos y se apropió de símbolos como el comandante Hugo Chávez.
 
En una valla gigante con la imagen de Trump desplegada por los demócratas en Miami, se reemplazaron sus ojos con los de Chávez, un símbolo que usara el fallecido líder venezolano en su campaña de 2012 y que sigue siendo uno de los más fuertemente asociados con el chavismo. 
 
En la valla se leen frases como: «¡Los venezolanos con Biden somos más. ¡No te dejes intimidar! ¡No te dejes apabullar!». 
 
De lo anterior se desprende que ambos están buscando votos en Florida, acusándose mutuamente de ser chavistas y socialistas. 
 
El esfuerzo no es mera propaganda, pues de acuerdo con cifras oficiales, alrededor de 120.000 venezolanos residentes en los Estados Unidos están habilitados para votar y más de la mitad reside en Florida. 
 
En una encuesta elaborada por la Universidad del Norte de Florida y publicada en El Diario en agosto, se afirmó que siete de cada diez venezolanos residenciados en el sureño estado, votarían por Trump. 
 
El bajo nivel de esta campaña electoral ha traído consigo la publicación de piezas propagandísticas que bien podrían calificarse de guerra sucia, aseveró el analista venezolano. 
 
Así, el lunes Trump publicó un video en su cuenta de YouTube en el que acusa a Joseph Biden de ser «el candidato del castrochavismo», denuncia que ha «abandonado» a los venezolanos, «traicionado» a los nicaragüenses y «regalado» millones de dólares a «los Castro», además de ser respaldado por personajes como el senador colombiano Gustavo Petro y ser capaz de reunirse con Maduro. 
 
La pieza, enteramente en castellano, se articula dentro de la estrategia de campaña desplegada por el Partido Republicano en la Florida, que se sustenta en asegurar que al imponerse sobre Biden, los Estados Unidos derrotarán al «castrochavismo» y garantizarán no que el país «nunca será socialista».
 
Las cinco líneas de Trump sobre América Latina
 
En contraposición a este palabrerío hueco, el también director de LaIguana.TV presentó un resumen de cinco de las acciones que Trump logró imponer, como parte de su política hacia América Latina. 
 
1) En su mandato se redujo al máximo la migración de latinoamericanos, limitando drásticamente la concesión de asilos y frenando el ingreso de migrantes provenientes de El Salvador, Honduras y Guatemala. 
 
Esta política extremista se tradujo en la separación forzada de niños de sus familias, produjo una crisis humanitaria y alentó al tráfico de personas. 
 
El inquilino de la Casa Blanca también acusó a los mexicanos de criminales e inició «una guerra cultural» en contra de los 60,6 millones de personas de origen latino que residen en los Estados Unidos. 
 
En este caso, para Pérez Pirela, el control migratorio y el ataque a los latinos, se transformó en una política exterior que es reflejo de la política interna.
 
2) Trump también aplicó duras sanciones sobre México y Canadá, con el objetivo de modificar las condiciones que rigen el Tratado de Libre Comercio suscrito por los tres países y en 2019 chantajeó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador con las tarifas arancelarias y amenazó con cerrar las puertas al comercio binacional, si México no detenía la migración proveniente de los países de América Central.
 
También redujo los fondos de asistencia para el desarrollo destinados al Triángulo del Norte –El Salvador, Guatemala y Honduras– y desplazó, por la vía de los hechos, su frontera sur desde el Río Bravo hasta la frontera entre México y Guatemala. 
 
3) El gobernante frenó el proceso de normalización de relaciones entre La Habana y Washington que inició el gobierno de Barack Hussein Obama en 2014 y en su lugar aplicó más sanciones contra Cuba y contra Venezuela. 
 
Sobre este último país, mantuvo –todavía no puede descartarse– la alternativa de una intervención militar y torpedeó distintas iniciativas diplomáticas con las que se intentó conseguir acuerdos políticos que permitieran superar la crisis que lo atraviesa. 
 
4) Amenazó con disminuir los fondos asignados para cumplir con lo estipulado en los Acuerdos de Paz suscritos entre las FARC-EP y el Estado colombiano en 2016 –el Congreso no se lo permitió– y presionó incesantemente al gobierno de Iván Duque para que en Colombia se retomen las fumigaciones sobre los cultivos de coca, pese a que se ha comprobado que estos agentes químicos causan un considerable daño ambiental. 
 
5) Por último, Donald Trump adelantó todos los esfuerzos conducentes a recuperar la Doctrina Monroe, según la cual ninguna potencia extranjera –salvo los propios Estados Unidos– debe ejercer influencia dentro de las áreas de interés estadounidense en la región. 
 
¿Qué podría esperarse de la política exterior de Biden hacia América Latina?
 
Pérez Pirela insistió en que aunque es imposible saber cuál será la política exterior que implementaría Biden hacia América Latina, sí pueden proyectarse algunos escenarios probables, con base en sus actuaciones durante los ocho años que acompañó a Obama como su vicepresidente. 
 
Citando fragmentos de un artículo publicado en el portal de la cadena CNN, precisó que Biden es descrito como alguien «con experiencia» en América Latina, al punto de haber visitado 16 veces la región. 
 
En su rol como vicepresidente de los Estados Unidos, Joseph Biden se involucró con el tema migratorio y fue uno de los personajes protagónicos en el acercamiento entre Washington y La Habana, destaca CNN. 
 
Además, se asegura que su arribo a la Casa Blanca se traduciría en un cambio en la política migratoria radicalmente restrictiva de Trump, aunque, como recordó el experto venezolano, ello no significaría que van a producirse modificaciones estructurales en la materia, sino que retornarán a la política migratoria de Obama, caracterizada por deportaciones masivas.  
 
Respecto de la relación con Cuba, CNN proyecta que Biden podría autorizar los viajes de estadounidenses a la isla, el envío de remesas y el funcionamiento de empresas estadounidenses en territorio cubano, pero no puede suprimir el embargo ni derogar la Ley Helms-Burton, pues una y otra cosa son prerrogativas del Congreso. 
 
Pese a la cercanía de la administración Trump con el gobierno de Jair Bolsonaro, esa fuente periodística subraya que no son esperables la implementación de un Tratado de Libre Comercio y ni siquiera una cooperación más estrecha en temas de aparente interés común como la pandemia, la corrupción o la legalización de ciertas drogas. 
 
Con Biden asumiendo las riendas del gobierno, podrían atemperarse las relaciones con Argentina y con el nuevo gobierno de Bolivia, aunque en este caso ello dependería de que el candidato del Movimiento Al Socialismo, Luis Arce gane –como lo sugieren todas las encuestas– y que el gobierno de facto encabezado por Jeanine Áñez reconozca su victoria y entregue el poder pacíficamente.
 
En el caso de Venezuela, Miguel Ángel Pérez Pirela comentó que en poco más de 20 años, el chavismo ha sobrevivido a cuatro mandatarios estadounidenses –William «Bill» Clinton, George Bush hijo, Barack Obama y Donald Trump– y si bien el grado de hostilidad ha variado, las tensiones entre ambos países ha sido constante. 
 
Donald Trump ha implementado «políticas agresivas» contra Venezuela que, según CNN, le han abierto espacio en la región a otros actores de peso en el concierto internacional como China y Rusia y además no han conseguido alcanzar la meta que se trazó: derrocar al presidente Nicolás Maduro, una empresa en la que fracasó reiteradas veces. 
 
Estas acciones, que han oscilado entre, según CNN, «la indiferencia» y la amenaza de una intervención militar, no han contribuido a encontrar e implementar una salida a la crisis política que atraviesa a la nación suramericana.
 
Kamala Harris, candidata a la vicepresidencia por el Partido Demócrata, indicó, por su parte, que la fórmula para «encontrar una salida» a la crisis venezolana no se basaba en contraponer la indiferencia a la invasión militar e insistió que esta amenaza debía retirarse de la mesa, si los Estados Unidos querían «ayudar». 
 
Colombia, otro país «secuestrado» por Trump para su campaña
 
Otro país que fue «secuestrado» por los candidatos estadounidenses para hacer campaña a su costa, es Colombia. 
 
Partidarios de Uribe residentes en Florida, manifestaron su apoyo a Trump durante un evento que tuvo lugar a fines de septiembre en Miami, arguyendo que el expresidente colombiano Uribe es «el muro de contención del castrochavismo» en la región. 
 
En este mismo evento acudieron, en «representación» de Venezuela, la cantante Lila Morillo y sus dos hijas, que para congraciarse con el mandatario, interpretaron un híbrido entre los himnos nacionales de Venezuela y de los Estados Unidos, si bien su esfuerzo, lejos de despertar simpatías entre sus compatriotas, soliviantó los ánimos en las redes sociales. 
 
Tampoco puede ignorarse el evidente nexo entre el Centro Democrático, partido político al que pertenecen Álvaro Uribe e Iván Duque. Del lado de Colombia, los del Centro Democrático han ofrecido públicamente ayuda al gobernante para capturar votantes en Florida y del de Trump, este felicitó a Uribe después de su liberación, tildándolo de «héroe» y calificándolo como «un aliado (…) en la lucha contra el castro-chavismo», al tiempo que recordó que éste había sido acreedor de la Medalla Presidencial de la Libertad, la condecoración civil más alta que otorga el gobierno estadounidense.  
 
El misterio del avión militar estadounidense que recorrió ocho países de América Latina en siete días 
 
El portal venezolano La Tabla, especializado en periodismo de datos e investigación, publicó un trabajo periodístico en el que se informa que un «gigantesco» avión militar de los Estados Unidos, visitó ocho países de América Latina entre el 01 y el 06 de octubre. 
 
La aeronave llegó a Asunción (Paraguay) el 02 de octubre, desde donde siguió hacia Brasilia. De allí pasó a Buenos Aires y luego a Montevideo. El 04 partió con destino a Santiago de Chile y el 05, medios costarricenses informaron de la presencia del avión en el aeropuerto de San José. El 6 de octubre fue avistado en Honduras y el 7, en Trinidad y Tobago. 
 
Según se precisa en la investigación de La Tabla, esta aeronave puede trasladar más de 70 toneladas de carga, mas hasta la fecha se desconoce qué transportó durante ese «tour» latinoamericano, aunque en virtud de su gran tamaño, puede usarse para transportar helicópteros, vehículos de combate y más de un centenar de efectivos militares, si bien previamente se usó para trasladar misiles de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN.  
 
Libro del día
 
¿Por qué se ha reducido el territorio venezolano?, de la autoría del escritor, periodista y profesor Earle Herrera, publicado por el sello editorial El Perro y La Rana.
 
 
 

(LaIguana.TV)