En Desde Donde Sea, Miguel Ángel Pérez Pirela explicó el origen del Grupo de Lima, instrumento elegido por Estados Unidos «para ultrajar diplomáticamente a Venezuela» y cuya ausente legitimidad en la esfera diplomática internacional ha tratado de corregirse mediante la construcción de una narrativa que trata de presentarlo como una institución respetable y de amplia tradición en la defensa de los derechos humanos.

Sin embargo, el analista precisó que el Grupo fue fundado apenas el 8 de agosto de 2017 tras la Declaración de Lima –de ahí el nombre– suscrita por «representantes de 17 países» y en lugar de ser una instancia internacional con legitimidad, «es un tinglado de expresidentes y presidentes derechistas entregados a los Estados Unidos», a quienes le deben su ascenso al poder, surgido «para desestabilizar diplomática e internacionalmente a Venezuela».

Con esos antecedentes, aún la cuestionada y «moribunda» Organización de Estados Americanos (OEA), «tiene más legitimidad de origen que este adefesio, que esta cosa» que es el Grupo de Lima, acotó.

Oficialmente establecen que su «único objetivo» es «dar seguimiento y buscar una salida a la crisis en Venezuela» y «exigir la liberación de los presos políticos».

Luego de tres años de existencia, el Grupo no ha alcanzado sus metas, puesto que el presidente Nicolás Maduro no ha sido depuesto y tampoco lograron la libertad de lo que llaman «presos políticos» –políticos encarcelados por su participación confesa en graves delitos como asesinatos, actos de terrorismo, guarimbas e intentos de golpe de Estado–, pues estos recibieron un indulto sin que el Grupo de Lima tuviera participación alguna.

Al corriente de su carencia de legitimidad, el paraorganismo, amparado en la gran mediática, a fuerza de repetir el nombre y frases clave como «presos políticos» y «representantes de 17 países», se ha procurado un sistema de significación en el que Grupo de Lima es sinónimo de «una institución muy seria, con gente muy respetada, que está luchando por los derechos humanos» desde antaño, aunque de él formen parte mandatarios como Iván Duque, Sebastián Piñera o Jair Bolsonaro, todos señalados por el amparo o comisión de gravísimas violaciones contra los derechos humanos en sus propios países, concluyó el también director de LaIguana.TV.

(LaIguana.TV)