Tras el contundente triunfo del candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce, en las elecciones presidenciales que se efectuaron este domingo 18 de octubre en Bolivia, quedó demostrado que lo sucedido en ese país tras la reelección de Evo Morales en los comicios del 21 de octubre de 2019, fue un golpe de Estado.

“Recuerdos del carmonazo boliviano”, tuiteó el ministro de Cultura Ernesto Villegas para recordar algunas de las medidas que asumió el Gobierno de facto de Jeanine Áñez, que fue reconocido por los mandatarios de derecha de la región, a pesar de no contar con apoyo popular.

Cabe recordar que dicho golpe fue posible gracias al informe que presentó Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), sobre supuestas irregularidades en las elecciones de 2019.  

Inmediatamente Áñez, quien fue nombrada presidenta de Bolivia el 12 de noviembre, recibió el reconocimiento de Donald Trump, Jair Bolsonaro, y el diputado Juan Guaidó, quien en enero del año pasado se autoproclamó presidente interino de nuestro país.  

Una las primeras medidas de la mandataria de facto fue el retiro de Bolivia de la Unión de Naciones del Sur (Unasur) y de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), organizaciones promovidas por los Comandantes Hugo Chávez y Fidel Castro para fortalecer la integración americana.

Así mismo Áñez rompió relaciones con el Gobierno de Nicolás Maduro y se alió con el autoproclamado Guaidó.

(LaIguana.TV)