Durante la administración del régimen de Donald Trump en los Estados Unidos uno de los escándalos más graves de su administración han sido los relacionados a su política antiinmigrantes, sobre todo la ejecutada contra familias de latinoamericanos indocumentados que al momento de ser detenidas separan a los niños de sus padres y los dejan encarcelados en centros de reclusión en condiciones inhumanas.

Durante el último debate presidencial entre el candidato republicano, Donald Trump, y el demócrata, Joe Biden, fue abordado dicho tema. 

Esta semana se conoció que más de dos años después de la aplicación de la política de separación de familias de indocumentados en la frontera con México, todavía no se ha logrado localizar a los padres de al menos 545 menores.

“Es algo criminal (…) Hace que seamos el hazmerreír del mundo y viola todo los conceptos de lo que somos como nación”, dijo Biden

Trump intentó salvar su pellejo al asegurar que ellos están «tratando bien» a los niños migrantes encarcelados. «Los estamos tratando tan bien, están en instalaciones que son muy limpias».

Además dijo que su Gobierno está «intentando» encontrar a esos padres y madres de manera «muy seria»; y luego aseguró que muchos de esos pequeños habían sido llevados a Estados Unidos por mafiosos.

«A los menores los han traído traficantes y mala gente», dijo Trump.

Entre tanto, Biden recalcó que esos menores de edad entraron a Estados Unidos «con sus padres» y fueron separados por la administración Trump.

Por su parte Trump trató de defenderse al criticar la gestión migratoria del Gobierno de Barack Obama (2009-2017).

«¿Quién construyó las jaulas, Joe? Hablemos de quién construyó las jaulas», preguntó Trump a Biden. «Ellos construyeron jaulas para los niños, nosotros estamos tratando de encontrar a los padres, pero muchos de ellos vinieron con coyotes, los trajeron los carteles de drogas», aseguró Trump quien dijo que ahora su país tiene «las fronteras más seguras de la historia».

Biden, entre tanto, buscó distanciarse de la política de inmigración de Obama, que en su momento registró un récord de deportaciones. «Yo seré presidente, no vicepresidente», afirmó.

El exvicepresidente de Obama también prometió que en caso de ser electo como presidente, durante los 100 primeros días de su gobierno enviará al Congreso una propuesta para otorgar la ciudadanía a los cerca de 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven en el país.

(LaIguana.TV)