lunes, 2 / 12 / 2024

Estudio: Hallan en algunos pacientes con COVID-19 anticuerpos que los atacan a ellos y no al virus

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Un nuevo estudio sugiere que algunos pacientes con COVID-19 grave pueden tener autoanticuerpos, desarrollados por el sistema inmunitario, que atacan antígenos del propio individuo en vez del virus, según una investigación publicada en el portal MedRxiv, informa The New York Times.

Al decir de los especialistas, es posible que esta errónea respuesta inmune pueda derivar en un COVID-19 severo. También puede explicar por qué algunas personas tienen problemas persistentes meses después de haberse recuperado de la enfermedad y de que el virus desapareciera de sus cuerpos. Los científicos comparan esta respuesta inmune con lo que ocurre en enfermedades autoinmunes como el lupus y la artritis reumatoide.

En la respuesta típica a un virus, ciertas células, conocidas como inmunes B, producen anticuerpos que bloquean el virus. No obstante, en pacientes con lupus o artritis reumatoide algunas células B no lo hacen y en su lugar producen autoanticuerpos que atacan las células humanas sanas, confundiéndolas con intrusos. Algo similar puede estar sucediendo en algunos pacientes con COVID-19, sugieren los especialistas.

En este estudio, los investigadores analizaron lo ocurrido en Atlanta (EEUU) con 52 pacientes con COVID-19 severo o crítico, que no tenían antecedentes de trastornos autoinmunes. Según los resultados de la investigación, los especialistas encontraron anticuerpos que reconocen el ADN en casi la mitad de los pacientes. También hallaron anticuerpos contra una proteína llamada factor reumatoide, y otros que ayudan a la coagulación de la sangre. Entre los pacientes más gravemente enfermos, más del 70 % tenían esos autoanticuerpos.

Algunos de los anticuerpos que los investigadores identificaron están asociados con problemas de flujo sanguíneo, comentó una inmunóloga y experta en lupus de la Universidad de Massachusetts, Ann Marshak-Rothstein. «Es muy posible que algunos de los problemas de coagulación que se ven en pacientes con COVID-19 estén siendo impulsados por este tipo de complejos inmunes», añadió. Si los autoanticuerpos resultan ser duraderos, pueden derivar en problemas persistentes, incluso de por vida, para los sobrevivientes de COVID-19, explicó la especialista.

Los hallazgos tienen implicaciones importantes para el tratamiento, afirman estos científicos. Tras la detección de los autoanticuerpos, los médicos podrían identificar a los pacientes que eventualmente se beneficiarían de tratamientos utilizados para el lupus y la artritis reumatoide. A pesar de que no hay cura para estas enfermedades, algunos tratamientos disminuyen la frecuencia y la gravedad de los brotes.

Asimismo, los especialistas esperan poder entender si fue posible identificar esos anticuerpos solo porque los buscaron, o si representan una alteración más permanente del sistema inmunológico. «No está claro para mí lo que todo esto significa en ese punto», admitió Marion Pepper, inmunóloga de la Universidad de Washington en Seattle. «Va a tomar un poco de tiempo entender si esto es algo que va a conducir a una patología más adelante», añadió.

Al tiempo que estos hallazgos suscitan preocupaciones, los datos no dicen hasta qué punto esos autoanticuerpos pueden contribuir a los síntomas más graves del COVID-19, explicó el autor principal del estudio, Matthew Woodruff. «Tampoco sabemos cuánto duran los autoanticuerpos. Nuestros datos sugieren que son relativamente estables durante unas pocas semanas. Sin embargo, necesitamos estudios de seguimiento para comprender si persisten rutinariamente más allá de la recuperación de la infección», destacó Woodruff.

(RT)

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