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El beisbolista venezolano Miguel Cabrera cumplió esta semana (jueves) después de su partido ante los Yanquis de Nueva York, su encuentro 1.748 desde 2004, su segundo año en las mayores, cuando recibió la titularidad en los Marlins de Florida. Esta cifra ubica a Cabrera como el jugador activo con más participaciones en juegos de las grandes ligas.

 

En ese período tiene un promedio de 146 partidos por temporada; inclusive, en cinco años llegó a participar en por lo menos 160 compromisos, refiere nota de prensa del periódico Correo del Orinoco.

 

«Para mí, mientras yo pueda jugar, y no esté afectando al equipo, voy a estar jugando», le dijo Cabrera al USA Today esta semana. «Tú no sabes por cuánto tiempo puedes estar en este juego, por eso, tú sigues jugándolo mientras ellos te dicen que pares».

 

Cuando el venezolano habla de «ellos» se refiere a sus jefes en Detroit y a lo ocurrido la campaña anterior. Pues jugó con una molestia en el tobillo derecho y, aunque el cuerpo técnico y médico le sugirieron parar, descansar, no hubo cómo sentarlo.

 

«Sabes que no es de los que se va a sentar, tomar el dinero y ser feliz», señaló Dave Dombrowski, gerente de los Tigres al rotativo. «Quiere ganar, ser un campeón y tener una larga y productiva carrera».

 

Posteriormente, mediante una intervención quirúrgica, se determinó que Cabrera jugó buena parte de 2014 con una fractura en el tobillo derecho. Con todo y eso, bateó .313, dio 25 jonrones, remolcó 109 carreras y OPS de .895, durante 159 choques con los Tigres.

 

Cabrera no ha pasado por la lista de lesionados en casi 13 años de carrera en la gran carpa. Ni siquiera en 2014, cuando era evidente la molestia que sentía en la pierna al batear y, sobre todo, al correr.

 

«¿Sabes a cuántas personas les gustaría estar en esta posición? Dios me bendijo con este talento, entonces por qué no iría a jugar. Quiero estar en cada partido», enfatizó el criollo.

 

(AVN)