El papa Francisco pidió cumplir las indicaciones de las autoridades sanitarias y políticas para «defendernos de la pandemia«, durante la audiencia general que ha vuelto a celebrar sin fieles en la biblioteca del palacio apostólico ante el aumento de los contagios en Italia.

«Por desgracia hemos tenido que regresa a celebrar la audiencia general en la biblioteca del palacio apostólico, como medida de prevención para defendernos de los contagios del coronavirus«, explicó Francisco durante antes de iniciar su catequesis.

Las audiencias con fieles se habían suspendido en marzo en plena emergencia en Italia y volvieron a celebrarse en septiembre en el patio de San Damaso con cerca 500 invitados.

Sin embargo, en una de las anteriores audiencias se detectó un caso positivo y el Vaticano decidió volver a realizarlas sin fieles para evitar contagios.

Francisco explicó que este hecho «nos enseña que tenemos que ser muy atentos a los que nos dicen la autoridades, las autoridades sanitarias y las políticas, para defendernos de esta pandemia«.

«Ofrecemos al Señor esta distancia entre nosotros por el bien de todos», añadió.

El papa también dedicó su pensamiento a los enfermos y a todos aquellos que en estos momentos «están siendo considerados como no relevantes» y también recordó a «los médicos, enfermeros, a los voluntarios y a toda la gente que trabaja con los enfermos en estos momentos y arriesgan sus vidas, pero lo hacen por amor, por vocación y por amor al prójimo».

El papa Francisco siempre ha aparecido sin mascarilla en los actos en el Vaticano, así como sus colaboradores y tampoco hoy los presentes en la biblioteca la llevaban aunque sí guardaban la distancia de seguridad.

Aunque aún no se ha anunciado, todo parece indicar que también durante la Navidad habrá celebraciones sólo con un grupo muy reducido de fieles.

Las embajadas ante el Vaticano ya han recibido una comunicación por parte de la Santa Sede con indicaciones de que este año no se podrán pedir entradas para asistir a las misas del periodo natalicio y que la misa del Gallo se celebrará de manera privada.

«Como el resto de celebraciones litúrgicas de los próximos meses, la misa se celebrará en la basílica de San Pedro, en el Altar de la Cátedra, con una participación muy limitada de fieles identificados según la métodos utilizados en los últimos meses, en cumplimiento de las medidas de protección previstas y sujetos a cambios debido a la situación sanitaria», explicó el Vaticano en una nota.

Por el momento, parece que el 25 de diciembre, sí se permitirá la entrada, aunque limitada, de los peregrinos en la plaza de San Pedro para el mensaje de Navidad y la bendición Urbi et orbi desde el balcón de la logia central de la basílica.

Durante el pasado Domingo de Resurrección, en pleno confinamiento total de Italia, el papa tuvo que pronunciarlo a solas en el interior de la basílica.

(EFE)