El 70 % de la población de Portugal se encuentra desde este miércoles 4 de noviembre en confinamiento con el «deber cívico» de permanencia domiciliaria para controlar la expansión de la Covid-19, una medida que afecta a 121 comarcas, entre las que se encuentran las ciudades de Lisboa y Oporto.

En todos estos territorios las personas sólo deberán salir de casa para actividades esenciales como trabajar, estudiar, hacer compras o ayudar a personas dependientes, aunque no se contempla un régimen sancionador.

La diferencia con la situación de hace seis meses es que esta vez las escuelas, tiendas y restaurantes permanecerán abiertos -hasta las 22.00 horas el comercio y media hora más la hostelería- e incluso se permitirán espectáculos culturales que cumplan con las normas sanitarias.

Mientras, está cada vez más cerca la posibilidad de que se declare de nuevo el estado de emergencia, aunque esta vez sería «limitado», menos severo que el vivido en primavera y con el objetivo de dar un soporte jurídico al Gobierno para ir tomando decisiones para combatir el coronavirus.

Desde que comenzó la pandemia, Portugal ha registrado 149 mil 443 casos de covid y dos mil 635 fallecidos.

La presión hospitalaria crece cada día de forma exponencial y en el día de ayer había dos mil 349 hospitalizados por coronavirus con 320 positivos en cuidados intensivos.

(EFE)