El presidente de Colombia, Iván Duque, volvió a sus andanzas irregulares al abrir el Palacio de Nariño -sede oficial del Gobierno neogranadino-, para cometer un descaro diplomático: recibir las cartas credenciales a Tomás Guanipa, quien pretende usurpar el cargo de embajador de Venezuela en Bogotá, como parte de la farsa del autoproclamado «gobierno interino» de Juan Guaidó.

El acto realizado en la casa presidencial este miércoles -4 de noviembre de 2020- sirvió para que Duque y Guanipa se fotografiaran, tal y como el presidente lo ha hecho con Juan Guaidó, quien protagoniza un plan que busca intentar crear un Estado paralelo en Venezuela que sólo ha servido para robar miles de millones de dólares pertenecientes al Estado venezolano en el extranjero, así como el secuestro y desfalco de la refinería de Petróleos de Venezuela (PDVSA) en Estados Unidos, CITGO.

Duque, de esta manera, anexa otro capítulo al plan de saboteo y asedio contra los venezolanos, pues no sólo ha colaborado para intentar deslegitimar al Gobierno constitucional que preside Nicolás Maduro ante la mediática internacional, sino que también presta su territorio para que se pongan en ejecución los planes sediciosos y operaciones militares contra Venezuela.

Guaidó no tenía «embajador» ante el régimen de Duque desde noviembre de 2019 cuando Humberto Calderón Berti le renunció al falso cargo para tratar de desvincularse de los innumerables escándalos de corrupción, aprovechamiento ilícito de recursos, prostitución, narcoparamilitarismo, consumo de drogas, abuso de poder, compra de bienes y artículos lujosos que el equipo de confianza del autoproclamado «presidente interino» realizó en Colombia, con los millones de dólares que «la comunidad internacional» donó para atender «la crisis en Venezuela».

(LaIguana.TV)