Aprovechándose de la necesidad de quienes requieren medicamentos, un hombre todavía no identificado, pero con marcado acento del Oriente del país, ha implementado un nuevo modo de estafa consistente en ofrecer fármacos, a cambio de que se le transfiera dinero para adquirir una cava y hielo seco, aduciendo que estos deben ser preservados en una cadena de frío. 

Fue lo que le sucedió a un residente del municipio El Hatillo (Miranda), que luego de haber solicitado unas medicinas a través de un servicio público fue contactado vía telefónica por el estafador, quien le aseguró que podía donarle una parte de ellas, siempre que cancelara el importe correspondiente a una cava y a unas bolsas de hielo seco. 

El afectado confiesa que si bien le pareció extraña la demanda, puesto que en el Seguro Social, lugar donde acude regularmente a retirar los fármacos, no le advirtieron sobre la necesidad de preservarlos en una cadena de frío, se dejó llevar por sus emociones y accedió a la transacción. 

En un intento por ganar la confianza de su víctima, el timador –que siempre mantuvo un trato cordial y amigable– le preguntó de qué región del país era y él respondió con sinceridad, diciéndole que residía en el municipio El Hatillo, a lo que el hombre respondió que era el propietario de un conocido local comercial de la zona. 

Tras esto, comenta el estafado, le pidió que acudiera a buscarlos en Maturín (Monagas), porque no tenía cómo desplazarse hasta Caracas, debido a la escasez de combustible. Él accedió a viajar el viernes de esa misma semana. 

Al saberlo en sus redes, el estafador cambió la versión. Le comunicó que se iría el mismo día a la capital, puesto que como su papá había fallecido, ya no tenía más nada que hacer por esos predios y lo instó para que consiguiera un contacto en la zona, con el propósito de agilizar la entrega. 

La víctima contactó con un familiar y este le exigió que precisara en qué punto de la ciudad se encontraba quien le ofrecía los medicamentos. Ante esto, el hombre dijo que se encontraba en la población de Temblador, a una hora de la capital monaguense. 

Cuando el afectado lo llamó para ultimar los detalles, el estafador le aseguró que compraría la cava –valorada, según una foto que le compartió al afectado, en 7.800.000 bolívares– y le sugirió que aprovecharan de comprar las bolsas de hielo seco –cinco, en total– necesarias para mantener las medicinas en buen estado. 

Le dijo que cada bolsa de hielo seco se transaba en 870.000 bolívares y le envió los datos bancarios requeridos para la transferencia. En total, el timador le quitó 12.150.000 bolívares. 

En retrospectiva, la víctima reconoce que fue ingenua, porque cuando el estafador le aseveró que era dueño de un local de comida en El Hatillo, ello debería haberle indicado que, de ser cierto, se trataría de una persona con alto nivel de ingresos y no una persona que pudiera aducir que no tenía dinero para comprar una cava y unas bolsas de hielo seco y que por ello requería una transferencia inmediata.

Por otro lado, el cambio en las versiones –dijo que trabajaba en la Alcaldía de El Hatillo, refutando su primera calificación de comerciante establecido– y que no podía viajar a Caracas por la escasez de gasolina, para al poco decir que sí lo haría, debió haberle indicado que algo no andaba bien, pero no ocurrió de ese modo. 

Comparte su historia para que las personas estén alerta y no pierdan su dinero en manos de un personaje tan inescrupuloso, alentados por la necesidad de conseguir medicamentos costosos y escasos. 

(LaIguana.TV)