El tema elegido por el filósofo, comunicador y analista político Miguel Ángel Pérez Pirela para la edición 205 de su programa Desde Donde Sea fue la destitución del hasta ayer presidente del Perú, Martín Vizcarra. 

Antes de entrar en detalles sobre la situación peruana, el experto compartió con la audiencia las noticias más recientes de las elecciones estadounidenses, signadas en esta ocasión por las acusaciones –hasta ahora no fundamentadas– de fraude por el presidente y candidato a la reelección, Donald Trump, y la actuación de los medios de comunicación, que en ese país parecen hacer las veces del poder electoral.  

¿Se está orquestando un golpe mediático contra Trump?

Pérez Pirela comentó, que la cadena Fox News interrumpió la transmisión en vivo de la rueda de prensa de la portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, aduciendo que no podían continuar con la cobertura, porque la funcionaria aseguró que se había cometido fraude electoral en perjuicio del actual presidente y candidato a la reelección, Donald Trump. 

En su opinión, si bien no puede asegurar que la denuncia sea cierta porque hasta el momento no se ha ofrecido prueba alguna de ello, lo que sí parece estar claro es que está en curso un golpe mediático contra Trump. 

No se trata de defender al mandatario, acotó, pero no es prerrogativa de los medios decidir qué opinión oficial transmiten y tampoco, ante la ausencia de un Poder Electoral que regule los comicios a nivel federal, asumir el rol de árbitro, que se arroga el derecho incluso de proclamar al ganador.  

En ese sentido, criticó que se celebrara que la cadena CNN hubiera sido el primer medio de comunicación que atribuyó el triunfo al candidato demócrata, Joseph «Joe» Biden, cuando en realidad todavía no están disponibles los resultados oficiales de la elección del pasado 03 de noviembre.

Sobre este último punto, explicó, se asienta la negativa de los gobiernos de México, Rusia y China a reconocer la victoria de Biden, un hecho que contrasta con la postura que han exhibido la mayor parte de los gobiernos a nivel mundial. 

La disputa está lejos de terminar, puesto que Trump anunció en Twitter que hay un «gran progreso» en relación con sus denuncias de fraude. A ese respecto, aseguró que la semana próxima «habrá resultados concretos» y reiteró que demostraría que había ganado la elección. 

De la vicepresidencia a la puerta trasera: el camino de Vizcarra hasta su destitución

Este lunes, el Congreso del Perú votó a favor de una moción de vacancia en contra de Martín Vizcarra, que fue designado presidente por el Congreso en 2018, luego que su compañero de fórmula, Pedro Pablo Kuczynski, se viera obligado a renunciar por su vinculación con hechos de corrupción y el pago de coimas a congresistas, en un intento por evitar su destitución. 

De acuerdo con el dictamen del parlamento peruano, Vizcarra quedó «moralmente inhabilitado de por vida» para ejercer la primera magistratura, al encontrar méritos suficientes para destituirle, también por la presunta comisión de actos de corrupción.

El analista señaló que la nación inca atraviesa por una grave crisis institucional, puesto que en los últimos cuatro años han ejercido la presidencia tres personas distintas, dos de las cuales salieron del cargo con cargos de corrupción a cuestas. 

Así, recordó, Kuczynski resultó electo presidente en abril de 2016, pero fue destituido el 23 de marzo de 2018 por estar presuntamente implicado en sobornos y extorsiones, los mismos cargos que hoy se le imputan a Vizcarra. 

El accidentado período presidencial, explicó Miguel Ángel Pérez Pirela, se cumple el 11 de abril de 2021, fecha en la cual el sucesor de Vizcarra, Manuel Merino –hasta ayer, presidente del Congreso–, aseguró que tendrán lugar los comicios en los que los peruanos elegirán nuevamente a un presidente en las urnas. 

Recordó, asimismo, que no fue la primera vez que el Congreso solicitó un período de vacancia contra Martín Vizcarra, pues el pasado 18 de septiembre, el Legislativo intentó apartarle del cargo por la presunta contratación irregular de un cantante llamado Richard Cisneros, por parte del Ministerio de Cultura.

Sin embargo, en esta ocasión, no logró salir airoso, porque la segunda solicitud de vacancia presidencial obtuvo 67 de los 130 votos posibles y la aprobación de su destitución contó con un respaldo del 80% (105 votos a favor de la interrupción del mandato y solamente 19 en contra). 

El argumento esgrimido por el Congreso en esta ocasión fue una investigación adelantada por la Fiscalía, según la cual Martín Vizcarra incurrió en actos de corrupción durante la construcción de un hospital mientras era gobernador provincial, antes de ser el compañero de fórmula de Pedro Pablo Kuczynski.

En su defensa, refirió el también director de LaIguana.TV, Vizcarra dijo que «una vacancia incrementaría los temores sobre la institucionalidad» y solicitó al Tribunal Constitucional que se pronunciara acerca de la decisión del Congreso. 

«No existe prueba fehaciente de delito alguno y no la habrá, porque no he cobrado ningún soborno», aseguró, un alegato muy similar al presentado por Kuczynski, quien hoy cumple arresto domiciliario por los crímenes que se le imputaron entonces. 

Empero, el comunicador coincide con quienes señalan que entre los poderes ejecutivo y legislativo de Perú hay una suerte de guerra no declarada abiertamente, pero cuyos efectos son evidentes. 

Cuando llegó al poder, una de las primeras acciones que ejecutó Martín Vizcarra fue disolver el Congreso, que se le oponía abiertamente. Tras convocar a elecciones, se eligió un nuevo parlamento, presuntamente más afín a él, pero en cuanto se abrió el primer resquicio, hicieron todo lo necesario para destituirlo. 

El congresista que promovió la moción para la destitución de Vizcarra fue José Vega Antonio, del partido Unión Nacionalista por el Perú. En su intervención aseguró que «el pueblo está cansado de presidentes corruptos» e invitó a una gran cruzada nacional contra la corrupción. 

Luego de conocerse el fallo, Vizcarra declaró que rechazaba la decisión del Congreso y negó las acusaciones. Aseguró, además, que no emprendería ninguna acción legal para apelar a la moción de vacancia y señaló que salía del Ejecutivo «con la frente en alto».

Aunque se espera que Vizcarra sea encarcelado durante las próximas semanas, el analista criollo comentó que existe cierto resquemor acerca de la capacidad de la justicia peruana para actuar imparcialmente.

Quienes manifiestan esta desconfianza se basan en que el expresidente Pedro Pablo Kuczynski ha recibido un trato judicial ventajoso, puesto que le fue otorgado el beneficio de prisión domiciliaria luego de haber sido condenado por recibir sobornos de la constructora Odebrecht, presuntamente por su avanzada edad. 

Perú, el inestable país que pretende dar lecciones de democracia a Venezuela

Miguel Ángel Pérez Pirela destacó que, lamentablemente, denuncias y procederes como los que condujeron a la destitución de Kuczynski y Vizcarra no son para nada novedosos en el Perú. 

Antes bien, mostró cómo efectivamente se trata de la regla y no de la excepción, pues desde 1990 todos cuantos han ocupado la jefatura del Estado peruano, han sido investigados, encarcelados e incluso condenados por graves crímenes. 

Para fundamentar su afirmación, presentó una lista con los presidentes de Perú desde esa fecha hasta el presente, acompañada de los delitos que se les imputaron y por los que, en la mayor parte de los casos ya fueron condenados. 

-Alberto Fujimori (1990-2000): Fue condenado por crímenes de lesa humanidad y para evadir la justicia, se escapó a Japón durante una gira presidencial. Finalmente y tras un largo periplo, terminó en prisión. 

-Alejandro Toledo (2001-2006): Espera que se ejecute su extradición desde Estados Unidos, pues fue acusado de recibir hasta 35 millones de dólares de Odebrecht.

-Alan García (1985-1990/2006-2011): Se disparó cuando la policía iba a detenerlo por el caso Odebrecht. 

-Ollanta Humala (2011-2016): Podría enfrentar 20 años de cárcel por lavado de activos.

-Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018): Bajo arresto domiciliario por el Caso Lava Jato. Fue sucedido por Martín Vizcarra, destituido ayer.

El experto mencionó que con la vacancia de Vizcarra, su gabinete cesa funciones y en ese sentido, Manuel Merino, su sucesor, informó que conformará un gabinete presidencial de consenso.

El escenario preelectoral se anuncia volátil, producto de la crisis política, que se ha agudizado durante los últimos dos años. Así, antes se preveía que excandidatos se presentarían nuevamente y que el fujimorismo –que seguía siendo una fuerza política importante– presentaría un candidato con posibilidades, pero con el suicidio de Alan García por sus nexos con el caso Lava Jato y el enjuiciamiento de los líderes fujimoristas, la incertidumbre es lo único cierto. 

De acuerdo con datos recabados por Pérez Pirela para la emisión, solo un candidato supera el 10% de intención de voto. Se trata de George Forsyth, un exfutbolista que actualmente es el alcalde del barrio La Victoria, en Lima. 

Muy por detrás, le siguen el excongresista y general retirado Daniel Urresti –célebre por sus declaraciones homofóbicas- y la izquierdista Verónika Mendoza, excongresista y excandidata presidencial.

Con este panorama, el analista cuestionó la reiterada costumbre de los gobiernos peruanos de criticar al Gobierno Bolivariano y al Grupo de Lima, si en este momento, el líder que cuenta con más respaldo es un exfutbolista que acapara apenas el 10% del respaldo popular. 

También sumó críticas para el silencio mediático, pues similarmente a lo que ocurre con las masacres en Colombia, no se menciona prácticamente nada de lo que acontece en Perú, un país que desde 1990 ha destituido o juzgado a todos sus presidentes y en su lugar, prefieren hablan sin parar de Venezuela. 

El Perú hoy: breve contexto-país

Para cerrar, Pérez Pirela ofreció un resumen de las condiciones políticas, económicas y sociales que caracterizan al Perú en la actualidad. 

En primer término, destacó que cuatro días atrás, las autoridades sanitarias decretaron una alerta epidemiológica por el brote de difteria. A ello se suma que durante los últimos ocho meses, la nación ha transitado por una crisis sanitaria y económica sin precedentes, tras la llegada de la pandemia. 

A la fecha, se computan 923.523 contagios de COVID-19 y 34.943 decesos por esa causa, ocupando los lugares 12 y 10 en todo el mundo en esos lamentables rubros. Además, exhibe uno de las peores tasas de decesos del orbe.

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática correspondientes a mediados del mes de agosto, el desempleo aumentó 8% y hasta 1 millón de personas buscaba empleo, en un contexto signado históricamente por altos niveles de informalidad laboral. 

La conflictividad política está en aumento y, pese a la pandemia, a la destitución de Vizcarra se sucedieron cacerolazos, protestas callejeras e, inclusive, un congresista que votó a favor de la destitución fue golpeado en la cara.

En las protestas, los manifestantes interpretan que hay una «guerra a muerte» entre el Legislativo y el Ejecutivo y entonan la consigna: «Merino no me representa», en virtud de que el hasta ayer presidente del Congreso, no fue electo por voto popular para ejercer la primera magistratura.  

El comunicador subrayó que ese es el Perú, al que muchos compatriotas eligieron como nuevo hogar, alentados por los medios de comunicación, pero que lejos de ser amable con ellos, les ha forzado a regresarse caminando, aún en medio de la pandemia. 

Así, comentó, el parlamento que destituyó a Vizcarra, además, es un escenario de frecuentes declaraciones y exposiciones xenofóbas contra los venezolanos y, en ese sentido, recuperó las declaraciones de la congresista Esther Saavedra, quien dirigiéndose al depuesto mandatario, aseguró: «Un millón de migrantes, delincuentes, vienen a quitar trabajo a los peruanos, señor presidente. Venezolanos, malos o buenos, deben salir del Perú». 

Por su parte, al tocar el punto, Vizcarra dijo que en Venezuela «desde 2018 se alteran los principios democráticos y en Perú se alteran al recibir migrantes» provenientes de ese país. 

La hostilidad de Vizcarra hacia Venezuela es tal, que a poco de asumir la presidencia, elevó el veto para que el presidente Nicolás Maduro no acudiera a la Cumbre de las Américas de 2018, de la cual Perú era el país anfitrión.

Respecto de las relaciones entre Perú y los Estados Unidos, mencionó que en mayo, Trump alabó a Vizcarra por su manejo de la pandemia y le agradeció por «ser un firme defensor del retorno de la democracia en Venezuela. 

El Gobierno de Vizcarra, como el de Pedro Pablo Kuczynski, son enemigos declarados del pueblo y Gobierno de Venezuela, pues con el Grupo de Lima presionaron para presuntamente «conseguir una solución diplomática a la crisis», pero solamente ha sido una excusa para emprender acciones injerencistas, concluyó. 

Libro del día

«Juan Bosch y la canonización de la narrativa dominicana», de la autoría de Coronada Pichardo Niño, publicado por Ediciones FUNGLODE. 

(LaIguana.TV)