La campaña de Trump presentó demandas en varios estados clave para desafiar el resultado de las elecciones del 3 de noviembre, y alegó sin pruebas que se produjo un fraude.

Sin embargo, es extremadamente improbable que esas demandas surtan efecto, porque necesitarían demostrar fraude no solo en uno, sino en múltiples estados, para dar la vuelta a los resultados y cubrir el trecho hasta los 270 delegados que Trump necesitaría para ser reelegido.

Alaska decisiva para lograr el Senado

Mientras, el partido de Trump quedó este miércoles a un escaño de lograr la mayoría en el Senado, después de que el senador republicano Dan Sullivan logró la reelección en Alaska frente al demócrata Al Gross, indican las proyecciones de CNN, NBC y la consultora Edison.

Los republicanos se aseguran así 50 de los 100 escaños en la Cámara Alta, mientras que los demócratas controlarán de momento 48 cuando el nuevo Senado tome posesión a principios de enero.

Los dos escaños que quedan por decidir son de Georgia, y ambos irán a segunda vuelta el próximo 5 de enero al no haber alcanzado ningún candidato 50%.

Aunque Biden parece dirigirse a una victoria en Georgia con poco más de 10.000 votos de ventaja, los actuales senadores en ese estado sureño son republicanos. Sería una sorpresa que los demócratas lograsen arrebatar esos asientos.

Todo apunta, por tanto, a que cuando Biden tome posesión de su cargo el 20 de enero, tendrá que trabajar con un Senado controlado por el partido opositor y una Cámara Baja donde la mayoría demócrata ha perdido escaños, un panorama que dificultará que pueda impulsar cambios trascendentales.

(EFE)