El 9 de noviembre, el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, y los presidentes de Azerbaiyán y Rusia, Ilham Aliyev y Vladímir Putin, firmaron un acuerdo sobre el alto el fuego en la región en disputa Nagorno Karabaj.

De acuerdo con el documento, las tropas se detendrán en las posiciones ocupadas, mientras que los desplazados internos y los refugiados volverán a sus casas en Nagorno Karabaj y las regiones adyacentes bajo el control del Alto Comisionado de la ONU para los refugiados.

El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, calificó el acuerdo como un «acontecimiento histórico» que puso fin a uno de los conflictos más prolongados de la historia del país. En Armenia, el cese el fuego generó una oleada de protestas: los simpatizantes de la oposición irrumpieron en la sede del Gobierno y hasta agredieron al portavoz del Parlamento, Ararat Mirzoyán. Asimismo, exigen la dimisión del primer ministro, Nikol Pashinián. Rusia, a su vez, desplegó casi 2.000 pacificadores y 90 vehículos blindados de combate en la región en disputa.

La autoproclamada república de Nagorno Karabaj es la principal manzana de la discordia entre Armenia y Azerbaiyán desde 1988, cuando este territorio, de población mayoritariamente armenia, decidió separarse de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán. Bakú insistió en recuperar su integridad territorial, mientras que Ereván decidió defender su independencia bajo jurisdicción armenia.

(Sputnik)