Tras superar una operación por un hematoma en su cerebro, el astro futbolístico Diego Armando Maradona continuará su tratamiento por un «cuadro de abstinencia» por su adicción al alcohol en una casa del lujoso barrio privado Villanueva, en las afueras de Buenos Aires (Argentina), confirmó su médico personal, Leopoldo Luque.

Maradona estará acompañado por enfermeras y bajo la supervisión de su familia, que deberán evitar que el excampeón del mundo en México 1986 recaiga en su problema con las bebidas.   

El deterioro de la salud del 10 fue notorio en la última presentación del técnico de Gimnasia y Esgrima La Plata, que coincidió con su cumpleaños número 60. La ingesta diaria de alcohol y pastillas fueron hábitos muy dañinos para Maradona, y por eso al comenzar noviembre fue trasladado a una clínica de la ciudad de La Plata, con un cuadro de anemia y deshidratación.

Allí fue donde se le detectó un edema subdural, del cual fue operado por el médico Leopoldo Luque en la Clínica Olivos, en la zona norte del conturbado bonaerense.

Si bien el máximo ídolo del Napoli italiano superó sin inconvenientes la intervención, a los pocos días presentó un cuadro de abstinencia de alcohol que hacía que, ya lúcido y de buen humor, no quisiera quedarse internado, y se pusiera agresivo por no poder manejar la situación.

«Diego era un copa, después de esa copa necesitaba otra pero no es un gran consumidor. Es todo un cuadro debido a los fármacos que toma, un poco de alcohol le hace mal por la medicación que recibe», describió Luque horas antes de su salida de la clínica.

(RT)