Los científicos estadounidenses han identificado los lugares más peligrosos para contagiarse de coronavirus, los cuales son responsables de hasta el 85% de los casos de infección. No obstante, los especialistas señalan que no es necesario volver a cerrarlos, sino limitar su acceso.

La reapertura total de restaurantes, gimnasios y hoteles representa la mayor amenaza de propagación del coronavirus, indica un estudio realizado por científicos de las universidades de Stanford y Northwestern en EEUU. Los investigadores han llegado a esa conclusión después de rastrear el movimiento de 98 millones de personas mediante datos de teléfonos móviles.

«En promedio, las áreas metropolitanas, restaurantes, gimnasios, hoteles, cafeterías, organizaciones religiosas y cafés reabiertos experimentaron los mayores aumentos proyectados en infecciones cuando reabrieron», narra el estudio, publicado en la revista Nature. 

 

De acuerdo con los resultados de la investigación, los restaurantes, donde el número de visitantes ya no estaba regulado, se convirtieron en la mayor fuente de propagación. Le siguieron los gimnasios, cafeterías, hoteles y moteles.

Los autores del trabajo concluyeron que hasta el 85% de las infecciones pueden concentrarse en el 10% de los sitios examinados.

Restricción es la salida

No obstante, para combatir el virus no es necesario cerrar por completo estas ubicaciones, sino limitar el número de personas, opinan los especialistas.

Así, utilizando los datos recopilados en la ciudad de Chicago, los investigadores encontraron que la apertura completa de los restaurantes el 1 de mayo resultó en 600.000 casos adicionales de contagio, mientras que la apertura de gimnasios habría causado 149.000 casos adicionales. Si la ciudad hubiera abierto por completo todos los sitios de distribución mencionados en el estudio, otros 3,3 millones de personas se habrían infectado con COVID-19.

Pero si los restaurantes y otros lugares de reunión redujeran sus tasas máximas de ocupación al 30%, solo resultaría en 1,1 millones de infecciones. Y un límite de ocupación del 20% daría lugar a 650.000 casos nuevos.

En última instancia, las restricciones podrían reducir la cantidad de infecciones en más del 80%, señalan los investigadores.

Los más vulnerables 

El estudio también confirmó que las personas de grupos socioeconómicos desfavorecidos y los miembros de minorías raciales tenían un mayor riesgo de infección, ya que no podían limitar mucho su circulación. Además, los lugares que visitan están más concurridos.

Así, el modelo demuestra que una visita al supermercado es dos veces más peligrosa para una persona de bajos ingresos que para una persona con altos ingresos. 

«Esto se debe al hecho de que en los supermercados visitados por personas de bajos ingresos, en promedio, tiene un 60% más de personas y los visitantes permanecen allí un 17% más», explica el profesor Jure Leskovets, uno de los autores del estudio.

Leskovets enfatiza que es importante encontrar una solución que proteja a las personas y no perjudique la economía. Por tanto, es necesario simular diversos escenarios para la apertura de lugares públicos y evaluar cómo afectará esto a la propagación del virus.

(Sputnik)