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La Relatoría sobre Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, seguirá siendo una pieza de la guerra ideológica contra Venezuela, pues su titular, el uruguayo Edison Lanza, comenzó su segundo período en el cargo, en el que permanecerá hasta 2020.

 

Lanza acumula una larga serie de opiniones adversas sobre leyes nacionales y asuntos de política interna, muy en sintonía con las de su compatriota, el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro.

 

Lanza, un abogado y periodista que ejerce como relator desde 2014, ha sido un incisivo crítico, entre muchas otras ejecutorias del gobierno de Venezuela, de la Ley contra Delitos de Odio, por lo que cabe esperar que desde esa instancia continúe la campaña sistemática contra el gobierno venezolano y a favor de medios de comunicación y periodistas opositores.

 

La CIDH, un organismo dependiente de la OEA, se encuentra sesionando actualmente en Bogotá. Lanza inició allí formalmente su segundo mandato como relator especial, mientras la jamaiquina Margarette May Macaulay asumió la presidencia de la Comisión, en reemplazo del peruano Francisco Eguiguren.

 

¿Libertad de odio?

 

Cuando la Asamblea Nacional Constituyente aprobó la Ley de Delitos contra el Odio, el funcionario diplomático adelantó su opinión a cualquier análisis del cuerpo al que pertenece y dijo que «tendrá el efecto sistemático de inhibir la crítica al interior del país, porque todos los seres humanos tienen temores naturales de sufrir en un régimen sin garantías. Es mucho más grave de lo que parece a primera vista».

 

Según Lanza, «llaman la atención las sanciones totalmente draconianas y desproporcionadas que establece la ley para quienes incurran en esas expresiones, penas de prisión de 10 a 20 años, algo que en derecho penal comparado podría incluso compararse a un asesinato o algo semejante».

 

Lanza utiliza a menudo su cuenta de Twitter para atacar a Venezuela con el mismo lenguaje del Departamento de Estado de Estados Unidos, de Almagro, del Grupo de Lima y de la oposición interna. Por ejemplo, escribió: «La guerra en Venezuela es contra la libertad de expresión y la democracia perece en la oscuridad del régimen».

 

(LaIguana.TV)