Al menos 82.000 personas han presentado denuncias de abuso sexual contra el grupo Boy Scouts of America, con sede en Irving (Texas, EE.UU.), como parte de los procedimientos de quiebra de la organización, informa The New York Times.
«Sabía que había muchos casos. Nunca pensé que sería un número cercano a este», dijo, citado por el periódico, Paul Mones, un abogado que ha estado trabajando en casos de Boy Scouts durante casi dos décadas. Es posible que aparezcan aún más víctimas antes de la noche del 16 de noviembre (hora local), la fecha límite establecida en el tribunal de quiebras de Delaware, al que el grupo acudió en un intento por sobrevivir a las demandas por daños.
Una coalición de abogados que trabaja con los casos de abusos por parte del grupo tiene clientes de los 50 estados estadounidenses, además de las víctimas de abusos reportados también en el extranjero, en particular en bases militares en Japón y Alemania. Los acusadores, en su mayoría hombres, tienen entre 8 y 93 años de edad.
El caso revela décadas de maltrato a gran escala por parte del grupo, fundado en 1910 con el «patriotismo, la valentía y la independencia» como sus principales valores y que cuenta actualmente con cerca de 2,2 millones de integrantes. Ahora los Boy Scouts, con más de 1.000 millones de dólares en activos según su declaración de quiebra, buscan reorganizarse y establecer un fondo de compensación para las víctimas.
El domingo pasado, la organización indicó en un comunicado que estaba «devastada por la cantidad de vidas afectadas por abusos» y que había establecido un proceso accesible para que las víctimas pidieran una indemnización. «Desarrollamos intencionalmente un proceso abierto y accesible para llegar a los sobrevivientes y ayudarlos a dar un paso esencial para recibir una compensación. La respuesta que hemos visto de los sobrevivientes ha sido desgarradora. Lo sentimos profundamente», agregaron desde Boy Scouts of America.
En sus reclamos, las víctimas tuvieron que presentar un relato detallado del abuso que experimentaron y cómo les afectó, así como detalles sobre su abusador y cómo estaba relacionado con el movimiento. Estos reclamos se investigarán mientras los Boy Scouts trabajan en la elaboración de un plan de reorganización.
«Mi esperanza es que la gente reciba una compensación adecuada. Depende de cuánto dinero se ponga en la quiebra de los Boy Scouts. En este momento, está muy, muy claro que los Boy Scouts que conocemos hoy en 2020 no serán los mismos Boy Scouts que saldrán del otro lado», señaló el abogado Mones, citado por Dallas News.
(RT)