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Este martes, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se quitó la careta al repudiar las manifestaciones violentas que se desataron en la ciudad de Baltimore, estado de Maryland, luego de la muerte de un joven afrodescendiente, Freddie Gray, en esa misma ciudad, el pasado 19 de abril presuntamente por un exceso policial pues se encontraba bajo resguardo.

 

El hecho indignó a la población, lo que generó fuertes manifestaciones -que desencadenaron en disturbios ante la represión policial- en exigencia de políticas al gobierno de Washington por el abuso policial que recrudece este año en el país del norte.

 

Sin embargo, la respuesta estadal ha sido declarar Estado de Emergencia y toque de queda por un plazo de una semana, en el horario comprendido de 10 p.m. a 5 a.m. dando inicio este martes, de acuerdo a lo informado por la alcaldesa de Baltimore, Stephanie Rawlings-Blake.

 

A pesar de que esta muerte no es un hecho aislado sino una de las tantas que se suman por el abuso y racismo por parte de los cuerpos policiales estadounidenses, Barack Obama, se limitó a calificar como criminales a los responsables de los disturbios ocasionados por manifestantes que se mantienen movilizados en las calles de Baltimore, luego del funeral de Gray.

 

“Eso no es una protesta. Eso no es una manifestación. Es un puñado de gente que se aprovecha de una situación por sus propios motivos, y tienen que ser tratados como criminales”, fueron las palabras de  Obama, según reseña la agencia EFE.

 

Además Obama, quien recientemente en la Cumbre de las Américas banalizó la importancia del estudio de la historia, dejó a un lado el largo historial de discriminación racial del país del norte, recrudecido desde el año 2014 aupando la criminalización de la juventud pobre afroamericana.

 

Llama la atención que por otra parte, Obama, en un abierto acto de injerencia, ha catalogado como presos políticos a los dirigentes de la derecha venezolana, Leopoldo López y Antonio Ledezma, precursores del plan golpista “La Salida” que generó disturbios prolongados durante los meses de febrero y marzo del pasado año 2014 y que dejó el saldo funesto de 43 muertos, cientos de heridos y daños a la infraestructura pública y hasta privada.

 

Estos hechos, adelantados por grupúsculos de la extrema derecha en zonas donde vive mayoritariamente oposición venezolana fueron utilizados por los medios privados para hablar de represión cuando gran parte de las víctimas fueron a causa de la misma violencia guarimbera, como es el caso de motorizados degollados por guayas asesinas.

 

Asimismo, este entramado mediático sirvió de base para que Obama lanzará el decreto que califica a Venezuela como una “amenaza” para EE.UU., sobre lo cual, en la mencionada Cumbre, Obama mantuvo su postura firme haciendo referencia a los derechos humanos que el imperialismo debía “defender” y ante el cual “no podía mantenerse callado”.

 

Sin embargo, el silencio acerca de la discriminación racial en su propio país es un tema que sí que hay que contextualizar, pues hasta el propio diario estadounidense “The New York Times” ofreció un análisis que resalta cifras escalofriantes de acuerdo con el último censo realizado en EE.UU.:

 

– La principal causa de muerte de los hombres afroamericanos jóvenes es el homicidio.

 

– 1.500.000 hombres afroamericanos muertos a temprana edad o presos.

 

– Uno de cada seis hombres afroamericanos de 24 a 54 años ha desaparecido de la sociedad estadounidense, por muerte prematura o encarcelamiento.

 

– De los 2,3 millones de presos casi el 40% son afroamericanos, quienes solo representan el 12.6% de la población total. Es decir que es seis veces más probable que sea encarcelado un hombre afroamericano que uno blanco.

 

En ese sentido, quedan expuestas tres formas de violación de los derechos humanos de los afroamericanos en EE.UU.: asesinato, encarcelamiento masivo y explotación económica perpetrados por el Estado y las corporaciones.

 

Finalmente, esta lucha por los derechos humanos en Estados Unidos ha tomado como eslogan el de la organización “Black Lives Matter” (Las vidas de los negros sí importan) cuyas dirigentes principales son mujeres quienes tomaron el liderazgo en las calles.

 

Esta organización considera que el 2015 es un año de resistencia contra la opresión y de lucha irrevocable por el derecho a una vida digna e inclusive afirma abiertamente que los departamentos de policía han declarado una guerra contra la comunidad afroamericana.

 

Lo que Obama oculta ante la opinión pública es que la indignación frente a los asesinatos policiales de afroamericanos ha sido el detonante de las protestas espontáneas desde Ferguson, Nueva York, San Francisco, Cleveland, Chicago y ahora Baltimore.

 

De este modo, el asesinato, el racismo y la represión contra el pueblo afroamericano son actos que generan una respuesta inminente del pueblo como forma de defensa ante la histórica violación de los derechos humanos quedando éste finalmente criminalizado por los medios, la religión y el Estado.

 

(LaIguana.TV)