El 17 de noviembre de 2019 en Wuhan, en la provincia de Hubei en China, se registró al paciente cero por COVID-19. Una persona de 55 años se acercó por primera vez con síntomas del nuevo coronavirus a los médicos del lugar y nadie sospechó que ese día marcaría la historia y pondría al mundo de cabeza.

Ningún país estaba preparado para afrontar las crisis que trajo consigo la pandemia, el virus se expandió a una velocidad inimaginable por todos los países y prácticamente paralizó por un tiempo al mundo.

Todos tuvieron que aprender a estudiar al virus para protegerse. El personal de salud fue el primero en entrar en contacto directo con el enemigo invisible, un virus que día a día le arrebataba la vida a miles de personas.

Con los estudios científicos y los medios de comunicación se logró concientizar de manera masiva sobre lo que era el COVID-19 y cómo evitar contagiarse. Mientras tanto, varios países iniciaron un trabajo exhaustivo para hallar una vacuna y medicamentos contra el virus que inevitablemente llegó hasta América Latina.

Millones de personas permanecieron en confinamiento por meses, y las economías más desarrolladas fueron golpeadas. Por si esto fuera poco, cuando parecía que el COVID-19 ya había superado el pico en varios países, se registra una segunda ola en Europa.

Nada volvió a ser igual desde ese 17 de noviembre de 2019 y millones de personas continúan esperando una cura contra el coronavirus para volver a reunirse con sus seres queridos y abrazarse con sus amigos sin temer contagiarlos.

«A la primera persona en el mundo se le diagnosticó coronavirus en Wuhan hace un año».

Varias son las teorías que han surgido sobre el origen del COVID-19 en humanos, desde los murciélagos y los pangolines hasta las teorías conspirativas de que habría salido de un laboratorio. Por el momento, lo único cierto es que la humanidad tendrá que aprender a convivir con el coronavirus hasta que no se encuentre una vacuna que pase todas las fases de prueba y sea efectiva.

Hasta el momento, son más de 55.292.586 los casos confirmados de contagios y más de 1.331.895 los decesos que ha provocado el COVID-19 alrededor del mundo, según los datos de la Universidad Johns Hopkins.

(Sputnik)