La activista política peruana, Anahí Durand, explicó los usos corruptos que hace la oligarquía peruana en el congreso de Perú, donde sin importarle el pueblo que padece por la pandemia de COVID-19 mueven como marionetas los poderes públicos.

“Hay una serie de intereses de grupos políticos que no están interesados en sancionar, sino más bien en apoderarse del gobierno y aprovechar también cierta judicialización de la política”, dijo la Activista.

Luego de la renuncia de Manuel Merino, después de 5 días de presidencia, el Congreso designó a Francisco Sagasti, quien es conocido por su gestión tecnócrata más que un luchador de clases, su desempeño en instituciones científicas le da mérito académico por parte del congreso que, con una mayoría de 97 votos, le dio la comandancia de la República.

“El Congreso lo que ha hecho aquí es una leguleyada para adueñarse del poder, y creo que esta es un poco la indignación de la gente, porque no ha habido una elección de esta gente”, expresó Durand.

El congreso peruano está conformado por 9 partidos políticos que han sido tildados de clientelistas y corruptos, donde más de un centenar de diputados están en procesos judiciales por vinculaciones corruptas. Ninguno de los partidos supera el 11% de los escaños, cuestión que hace inviable un proyecto nación.

(LaIguana.TV)