Este lunes culminan los procesos de certificación de los resultados de las elecciones presidenciales en Michigan y Pensilvania, dos de los estados pendulares que fueron claves en la victoria de Joe Biden y que han sido escenario de una catarata de demandas -fallidas- por parte de Donald Trump. La casi segura ratificación de la victoria del demócrata será un golpe decisivo contra las intenciones del actual presidente de desvirtuar los comicios que le despojaron de un segundo mandato. Y en los días siguientes, más estados deben entregar sus certificaciones.

Con cada vez menos tiempo antes de la toma de posesión de Biden, el 20 de enero, los esfuerzos del presidente de Estados Unidos para revertir su derrota electoral podrían recibir un golpe fatal este lunes 23 de noviembre y en los días posteriores.

En efecto, ese día es la fecha límite en Pensilvania y en Michigan para emitir certificaciones oficiales de los resultados de la elección, disputados por Donald Trump con una batería de demandas infundadas que han sido denegadas, una tras otra, por los jueces.

Además de estos dos estados, al día siguiente, 24 de noviembre, llega el plazo de Nevada para entregar certificaciones. El 30 es el turno de Arizona. Y el primero de diciembre, el de Wisconsin.

En Pensilvania, los condados deben reportar sus resultados certificados, último paso antes de la que secretaria de Estado local entregue la certificación definitiva, refrendándolos, y todo indica que ratificarán la victoria de Joe Biden.

En este estado, donde Biden se ha impuesto por más de 80.000 votos, los intentos del equipo de campaña de Donald Trump por anular millones de votos enviados por correo ya fueron desestimados por el juez Matthew Brann el sábado.

El magistrado dijo que la demanda «carecía de fundamento» y que su tribunal había recibido «argumentos legales forzados y sin mérito, así como acusaciones especulativas».

De esta manera, la decisión de Matthew Brann allana el camino para que Pensilvania certifique la victoria del demócrata Joe Biden en ese estado.

En Michigan, abandono de acciones legales y último intento

Esta nueva derrota legal se dio un día después de que legisladores republicanos de Michigan tampoco se mostraran dispuestos a tratar de anular la victoria de Joe Biden en el estado. La junta encargada de certificarlos, compuesta por dos demócratas y dos republicanos, también tiene previsto reunirse este lunes 23 de noviembre.

El jueves 19 de noviembre, el equipo de Donald Trump ya anunció que daba por terminada su acción para impugnar la certificación de los resultados.

Pero el sábado, el Comité Nacional del Partido Republicano y la presidenta del partido en Michigan, Laura Cox, solicitaron a la junta electoral un aplazamiento de esa certificación por 15 días, para proceder a una revisión de la votación en Wayne County, donde hay un desacuerdo por aproximadamente 450 votos de los 878.000 emitidos.

Laura Cox justificó en Twitter su lucha «por la transparencia y la integridad en las elecciones del Condado de Wayne».

Sin embargo, el departamento de Estado de Michigan, responsable del proceso electoral en esa entidad, ya objetó esa posibilidad al señalar que la ley no permite retrasos.

Además, después de reunirse el viernes con Trump en la Casa Blanca, el líder de la mayoría en el Senado local, Mike Shirkey, y el presidente de la Cámara de Representantes estatal, Lee Chatfield, se comprometieron a seguir «el proceso normal» para la certificación de los resultados.

Desistimiento por falta de pruebas en Arizona

Antes, el mandatario también había sufrido otro duro revés en Arizona, donde un juez estatal rechazó auditar los votos en el estado y retrasar la finalización de los resultados. Según él, la demanda no podía ser reestructurada y presentada nuevamente.

El fracaso de las demandas de Trump en Pensilvania, Michigan y Arizona, pero también en Nevada, no parece haber acercado al mandatario a la idea de reconocer la derrota. Su campaña pidió este sábado un segundo recuento de los votos en Georgia.

Pero en ese estado también las autoridades ya certificaron la victoria de Biden el viernes. «Los números no mienten», afirmó así Brad Raffensperger, secretario de estado republicano de Georgia. Representan el veredicto del pueblo».

Petición de un recuento en Wisconsin

Finalmente, salvo que se produzcan cambios legales, Wisconsin, que cuenta con 10 electores, será el último de los estados clave en certificar sus resultados el 1 de diciembre.

Después de que los resultados de todos los condados del Estado se hicieran oficiales el martes 17 de noviembre, el equipo de campaña de Trump retiró su solicitud de recuento en todo el estado y dijo que presentaría su pedido para un recuento en sólo dos condados: Milwaukee y Dane.

Pero el proceso no puede comenzar hasta que los resultados locales, que preceden a la certificación del estado el 1 de diciembre, se hagan oficiales.

La fractura en el campo republicano cada vez más visible

Aunque la mayoría de los republicanos siguen apoyando públicamente los esfuerzos de Trump, o guardan silencio, un coro cada vez más numeroso le implora que conceda la elección y ayude en la transición al gobierno de Biden.

La senadora republicana Lisa Murkowski twiteó, por ejemplo, el domingo, que era «hora de comenzar el proceso de transición completo y formal», señalando que la campaña de presión sobre los legisladores estatales «no sólo no tiene precedentes sino que es incompatible con nuestro proceso democrático».

A pesar de la falta de cooperación de la actual administración, el presidente electo Joe Biden ha seguido adelante con sus planes de transición. Ron Klain, el nuevo jefe de estado de la Casa Blanca, dijo el domingo que Biden anunciará sus primeras elecciones al gabinete el martes 24 de noviembre, y ya medios locales en Estados Unidos mencionan a Antony Blinken, un campeón del multilateralismo y un moderado, como nuevo Secretario de Estado para remplazar a Mike Pompeo.

(Agencias)