El domingo 21 de enero Nueva Zelanda lanzó con éxito su primer cohete, con tres satélites comerciales a bordo, lo que la convirtió en la undécima nación de la Tierra capaz de llevar una carga útil al espacio.
Sin embargo, el cohete, construido por la empresa Rocket Lab, llevaba a bordo un pasajero «extra», que también se desplegó en órbita (y en secreto) al mismo tiempo que los satélites. Se trataba de Humanity Star, una esfera geodésica de algo más de un metro de diámetro, hecha de fibra de carbono y formada por 65 paneles altamente reflectantes.
¿Su propósito? Ser visible desde la Tierra y convertirse, durante los nueve meses que permanecerá ahí arriba, en la primera obra de arte espacial de la historia, además de en el objeto más brillante del cielo nocturno. Su existencia fue revelada por Rocket Lab a mediados de enero, cuando la estrella artificial estaba ya en el cielo.
En cielo venezolano se podrá observar el próximo 8 de marzo alrededor de las 6:50 de la mañana.
(Agencias)