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La dirigencia opositora presentó este lunes el denominado Frente Amplio Nacional. Según informaron sus voceros, se trata de una propuesta que busca trascender más allá de los partidos políticos a fin de insertar en “la lucha” a sectores de la llamada sociedad civil como la Iglesia, la Academia, gremios, estudiantes, empresarios, etc, para mancomunar esfuerzos contra la revolución bolivariana.

 

“Es un frente de opinión, de movilización social, de reivindicación, pero no es un movimiento electoral. La unidad democrática sigue existiendo, que es la unión de todos los partidos, y está incluida, está dentro de este frente. No se confunde una cosa con la otra”, ha explicado el diputado Julio Borges en su gira por el mundo, como representante del Frente Amplio Internacional, para aclarar que la MUD aún sigue viva.

 

Todo este reajuste en la oposición lleva a recordar a la extinta Coordinadora Democrática, organización que se gestó en el año 2002, y que cuenta entre sus fracasos el paro petrolero de los años 2002-2003. Esta agrupación se desvaneció por completo con el triunfo del Comandante Hugo Chávez en el referendo revocatorio del año 2004, evento que atomizó a su dirigencia provocando rupturas internas y, tal como ocurre en estos tiempos, no hubo responsable para asumir el fracaso.

 

Sin embargo, la dirigencia opositora se reagrupó en lo que denominaron la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en enero del año 2008, aunque desde el 2006 existía como coalición y fue la encargada de conformar la alianza que designó a Manuel Rosales como candidato presidencial para enfrentar al presidente Hugo Chávez. Es histórica la aplastante victoria del Comandante sobre el exgobernador del Zulia.

 

Desde esos años hasta entonces la MUD se ha encargado de torpedear con guarimbas (año 2014-2017) y llamados al bloqueo internacional contra Venezuela el avance de la Revolución. Sin embargo, han sido sus propios desaciertos, falta de liderazgo, falsas promesas, ausencia de conexión con sus seguidores, protagonismos individuales, agendas encubiertas e intereses particulares, los causantes de su propia implosión. Según sondeos recientes, como el presentado por la firma Venebarómetro, 65,7% de los seguidores de la oposición rechazan a la MUD.

 

Este otro llamado de la “Unidad” para muchos no es más que “el mismo musiú con diferente cachimbo” a fin de tomar un nuevo aire. Una estrategia ya conocida que no convence. Así lo sintetizó el decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad de Carabobo, Pablo Aure, consagrado opositor al Gobierno nacional: “No es cambiar el nombre, es el comportamiento el que deben cambiar. Basta de hacerle carantoñas al régimen. Primero fue la Coordinadora Democrática, luego la MUD y ahora, un tal Frente Amplio son los mismos actores pero con otro nombre. Así hacen muchos cuando quiebran negocios”, escribió en su cuenta de Twitter.

 

La red social del pajarito se llenó de mensajes en contra de esta naciente agrupación por tener –según denunciaron los usuarios- como protagonistas a los mismos de siempre.

 

Durante el lanzamiento del Frente Amplio Nacional realizado desde el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela (UCV), los organizadores aseguraron que esta agrupación buscará reactivar la movilización de calle. Acaso, ¿volverán las guarimbas para evitar los comicios electorales del 20 de mayo?

 

A continuación algunos de los mensajes publicados en Twitter con la etiqueta #FrenteAmplioNacional

 

(LaIguana.TV)