El próximo domingo 6 de diciembre, mientras los venezolanos estén emitiendo su voto para elegir a los 277 diputados que integrarán la Asamblea Nacional a partir del 5 de enero, las pruebas para garantizar la seguridad y transparencia de este acto continúan.

Los voceros de la política del gobierno estadounidense contra Venezuela, y sus aliados locales, aseguran que estas elecciones serán un fraude. También hay quien afirma que los veedores internacionales son los que le dan a estos comicios garantía de transparencia y legalidad.

Poner al descubierto la falsedad de ambas opiniones es fácil. La evidencia de que las elecciones legislativas no son fraudulentas y de que los únicos garantes de la transparencia y legalidad son los propios venezolanos, está en los resultados que han arrojado hasta ahora las auditorías al sistema automatizado de votación, realizadas por los técnicos de los partidos políticos que participan en la contienda, junto con el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Estas revisiones ya certificaron que el voto es secreto y que no puede ser cambiado ni en la máquina de votación ni en el sistema de totalización. Como si los exámenes hechos hasta ahora no fueran suficientes, el sistema automatizado de votación aun deberá pasar varias pruebas que se realizarán entre el próximo viernes 4 y hasta enero del año próximo.

Pero ¿Qué estarán haciendo los auditores el mismo día de las elecciones?

Verifican el comportamiento de la totalización

Para los representantes de los partidos, una de las actividades más importantes es presenciar la totalización de los resultados al final de la jornada de votación. Una tarea sometida a rigurosos esquemas de seguridad, una de cuyas normas es la prohibición de portar dispositivos electrónicos, tales como teléfonos celulares.

Quienes participan en esta parte del proceso están obligados, incluso, a portar bragas blancas los que los hace fácilmente identificables, para impedir presencias no autorizadas en esta sala, donde se desarrolla una de las etapas más neurálgicas de la elección, como lo son totalizar los resultados, adjudicar los cargos y emitir los boletines que serán leídos al país.

Una vez iniciado el proceso de totalización, luego de declarar el cierre de la votación, los representantes de los partidos pueden verificar cómo ingresa la información que está siendo transmitida al sistema desde las máquinas de votación. También observan la adjudicación de los cargos, la cual debe cumplir las leyes y normas establecidas para ello.

Ellos disponen para este trabajo de un espacio distinto al que ocupan las autoridades electorales a fin de que no sean interferidas las actividades que cada uno cumple dentro de la sala de totalización.

Emitido el primer boletín, con resultados irreversibles, los representantes de los partidos reciben copia de los resultados totalizados. Esta es una información clave porque le permite a las organizaciones cruzar esta data con las actas de escrutinio recogidas por sus testigos en todas las mesas electorales y verificar que ambos resultados sean iguales.

Desde que fue instaurado el sistema automatizado de votación, en el año 2004, los partidos nunca han registrado discordancias entre ambas informaciones.

La emisión de resultados oficiales el mismo día de la elección es una de las diferencias más importantes del proceso electoral venezolano con respecto a otros países.

Veamos dos ejemplos. En Bolivia, el resultado oficial del Tribunal Supremo Electoral por el que se proclamó a Luis Arce como presidente electo fue emitido cinco días después de realizadas las elecciones. A falta de ello, el organismo autorizó a dos empresas encuestadoras privadas la difusión de proyecciones el mismo día del evento.

Con una situación más compleja, en Estados Unidos los resultados en cada estado de la elección popular también ha tardado días. Pese a que la selección de segundo grado aun no se ha realizado, el proceso de transición ya se inició, una vez que las proyecciones mediáticas dieron como ganador a Biden.

En Venezuela no existen preconteos para los que se toman fotos del acta de escrutinio o se leen por telefóno sus resultados. Tampoco se hacen complicados ejercicios estadísticos que permitan proyectar quién es el ganador de una contienda, mientras se cuentan los votos.

El primer boletín que difunde el CNE se corresponde con la sumatoria de por lo menos 95% de los votos emitidos y que permiten anunciar un resultado irreversible. Que este primer anuncio pueda demorar dependerá precisamente de lograr una totalización que no pueda cambiar una adjudicación en la medida en que sigan sumándose resultados de las actas de escrutinio.

Escogen las máquinas que serán auditadas post evento

Para cerca de medio millón de venezolanos, la faena del domingo empieza de madrugada. Funcionarios electorales, miembros de mesa y de juntas regionales, representantes de los partidos políticos y efectivos del Plan República son parte del contingente que se mueve para que las elecciones se lleven a cabo.

En la medida en que el día transcurre, los medios informativos y los partidos centran su atención en la dinámica de los centros de votación, de acuerdo con los intereses políticos de estos actores.

De allí que la selección de las mesas de votación, cuyas máquinas serán sometidas a Verificación Ciudadana Fase I, no suele tener mayor interés mediático, pues ella se realiza al finalizar el acto de votación, usualmente a inicios de la noche.

Con esta auditoría, que se hace a 54% de las máquinas que participaron en el proceso, se verifica la correspondencia entre los comprobantes de voto, contenidos en la caja de resguardo, y los datos reflejados en el Acta de Escrutinio.

Antes, a finales de la tarde, otra dinámica se sucede en la sede central del CNE, cuando los técnicos de los partidos adelantan tareas para la segunda fase de esta verificación ciudadana y escogen, por sorteo, las máquinas que serán revisadas, días después del acto de votación.

En esta actividad, los auditores seleccionan una muestra aleatoria de 1% del total de las máquinas para su revisión posterior. ¿Por qué se hace en este momento? Para asegurarle a los partidos que la selección se está realizando independientemente de cuál haya sido el comportamiento de las máquinas durante el evento.

Realizar este sorteo antes de finalizar la elección, también le permite al CNE identificar las mesas escogidas al azar y replegar, apenas termine el proceso electoral, las máquinas, las actas de escrutinio originales y las cajas de resguardo de los comprobantes de voto que le corresponden.

Todo este material deberá ser trasladado bajo medidas de seguridad a la Junta Nacional Electoral para que esté a disposición de los auditores el día de la revisión que, para este evento, está fijado el 11 de diciembre.

Cuando la presidenta del CNE, Indira Alfonso lea el primer boletín de resultados, el próximo domingo, estará leyendo exactamente la fiel expresión de la voluntad de los electores. Y esto será posible, gracias a un sistema de garantías, construido durante 16 años entre el organismo electoral y los partidos políticos. Lo demás son opiniones manipuladoras que no se corresponden con la realidad.

(LaIguana.TV / Taynem Hernández)