La unidad de investigaciones internas de la policía del régimen de (Israel) cerró las indagaciones sobre las lesiones graves que sufrió un niño palestino de 9 años, quien resultó herido en febrero por el disparo de una bala con punta de esponja, durante una represión violenta de las fuerzas israelíes en la ciudad de Al-Quds (Jerusalén).

El menor palestino, identificado como Malek Isa, fue hospitalizado en estado grave de salud y luego le extirparon un ojo.

Transcurridos meses del incidente, los medios israelíes reportaron este jueves que las autoridades habían decidido no imputar cargos a ningún agente policial por el suceso que tuvo lugar en el barrio de Al-Isawiya en la parte oriental de Al-Quds.

El abogado de Malek calificó la decisión de “vergonzosa” y advirtió de la “negligencia” de los policías israelíes.

Por su parte, Ofer Cassif, parlamentario israelí de la Lista Conjunta, denunció que la medida supone un “permiso oficial para seguir disparando” a los niños palestinos.

Efectivamente, el régimen de ocupación busca ofrecer una protección legal a todas las actividades de los policías israelíes en Al-Quds, haciéndoles inmune a las querellas presentadas en su contra.

De hecho, los palestinos residentes en Al-Quds, en varias ocasiones, han presentado demandas por daños sufridos a manos de agentes israelíes.

Entretanto, (Israel) ha desarrollado varias medidas para facilitar la represión, en concreto en Al-Quds, que realizan protestas contra las medidas israelíes, como redadas diarias, demolición de viviendas, actos de violencia y detenciones, entre otros.

(Almayadeen)