España sumó un total de 8.745 nuevos casos de COVID-19 y 214 fallecimientos a su recuento oficial, según el último informe del Ministerio de Sanidad.

«En España hasta el momento se han notificado un total de 1.684.647 casos confirmados de COVID-19 y 46.252 fallecidos», refleja el informe.

Los datos reportados por las autoridades sanitarias este 4 de diciembre suponen un descenso respecto a los 10.127 contagios y 254 decesos registrados en la jornada del jueves 3 de diciembre.

Del mismo modo, se sigue registrando un descenso en la incidencia acumulada, ahora situada en los 231 casos por cada 100.000 habitantes en dos semanas.

Esto supone que por segunda jornada consecutiva la incidencia acumulada baja de 250, cifra que el Ministerio de Sanidad utiliza como umbral para declarar un «escenario de riesgo».

La ralentización de la transmisión del virus se traduce cada vez más en un descenso de la presión asistencial: actualmente España tiene 12.552 pacientes de COVID-19 ingresados, lo que supone dedicar el 10,5% de camas de hospital del país al coronavirus.

Hace casi un mes, el pasado 9 de noviembre, ese porcentaje de ocupación llegó a estar en el 17,3%, con más de 21.000 pacientes de COVID-19 ingresados.

«Estamos doblegando la curva, pero tenemos que estar muy pendientes», dijo este 4 de diciembre el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que llamó a mantener «cautela ante cualquier euforia» tras la mejoría de los indicadores epidemiológicos.

De hecho, el presidente del Gobierno recordó que la incidencia de contagios sigue siendo muy elevada y que aún queda mucho camino para alcanzar el objetivo de reducirla a 25.

«Nos esmeramos en cumplir el objetivo, que todavía queda lejos. La Organización Mundial de la Salud nos dice que tenemos que bajar a 25 para estar en una situación de absoluto control de la pandemia. No podemos relajarnos, no podemos bajar la guardia, añadió.

Mientras tanto, las autoridades sanitarias siguen manteniendo un esfuerzo diagnóstico similar al desplegado cuando se registraban los picos de contagio de la segunda ola pandémica.

Según los datos del Ministerio de Sanidad, en la última semana se realizaron 894.000 pruebas para diagnosticar el coronavirus en España con 603.000 PCR y 291.000 test de antígenos.

España se encuentra desde el 25 de octubre bajo un nuevo estado de alarma que permite a cada una de las regiones del país aplicar medidas restrictivas de la movilidad y la actividad social, como el toque de queda nocturno, el confinamiento por zonas o el cierre de bares y restaurantes.

De las 17 comunidades autónomas de España, 14 están confinadas a nivel perimetral y la mayoría mantienen aisladas las zonas con mayor transmisión del virus, al tiempo que regulan la limitación de la actividad económica y social en función de su situación epidemiológica.

(Sputnik)