El autoproclamado presidente interino, Juan Guaidó, retó este jueves 3 de diciembre al Gobierno venezolano a que lo encarcelara. 

El todavía diputado insistió en colapsar las acusaciones que pesan en su contra mientras ha pretendido usurpar el poder, calificándolas como «amenazas» de la dirigencia del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), pues algunos candidatos de la tolda roja a la Asamblea Nacional, como Jorge Rodríguez, Diosdado Cabello o Cilia Flores, han indicado que el parlamento que resulte electo en los comicios del domingo debe constituir una comisión que investigue los presuntos delitos cometidos por Guaidó y que los resultados de esa investigación deberían servir como base para que se emprenda una investigación judicial en su contra.

Los efectos más visibles de las acciones emprendidas por él y por el grupo de políticos y pseudofuncionarios que le han acompañado desde enero de 2019, son el latrocinio de las riquezas de Venezuela en el extranjero y la exacerbación en la aplicación de medidas coercitivas unilaterales por parte de Estados Unidos, con la subsecuente reducción de ingresos para el país y el deterioro sostenido de las condiciones de vida en buena parte de la población venezolana. 

«La gran oferta del Psuv es meterme preso. Me disculpan la expresión, pero échenle bolas. Ya basta de amenazas como si eso fuera el problema. El problema son ustedes», dijo el parlamentario durante su intervención en el estado Carabobo.

Desde el inicio de su usurpación, Juan Guaidó ha estado respaldado irrestrictamente por los Estados Unidos, algunos países de la Unión Europea y el llamado Grupo de Lima, constituido por presidentes y expresidentes derechistas de la región bajo la evidente tutela de Washington.

Con base en ese apoyo, estaría apostando a amenazar al Gobierno venezolano. 

Del lado del chavismo e, incluso, de algunos sectores de la oposición democrática, se ha denunciado sistemáticamente la conducta antinacional y lesiva para la población venezolana que han mantenido quienes conforman el llamado Proyecto Guaidó y le han exigido a las autoridades que tanto él, como quienes le acompañan en su pseudopresidencia sean sometidos a la justicia, sin que hasta ahora se hayan producido avances en la materia.

Del lado de la oposición extremista que dice liderar, el panorama tampoco es claro. Esta semana, Vanessa Neumann, su exrepresentante en el Reino Unido, le dijo al diario londinense Financial Times que el futuro de Juan Guaidó al frente de la oposición antidemocrática era «incierto».

Además, han convergido otras situaciones que han puesto en entredicho la continuidad de su presunto liderazgo, como el cambio de Gobierno en los Estados Unidos y que a partir del 5 de enero de 2021 se instalará en Venezuela un nuevo parlamento y, con ello, Juan Guaidó perdería su condición de diputado, la inmunidad inherente al cargo y, lo más importante, la excusa para justificar su pseudopresidencia.

(LaIguana.TV)