La baja participación y la caída en el apoyo tanto al partido de gobierno como a las opciones opositoras son síntomas de una acelerada despolitización del pueblo, es decir, un proceso contrario al que había logrado despertar el comandante Hugo Chávez. 

Esta es una de las conclusiones de Miguel Ángel Pérez Pirela en su primer análisis sobre las elecciones parlamentarias del domingo 6 de diciembre, una jornada en la que, a su juicio, se amalgamaron victorias y derrotas para cada uno de los factores políticos y para el país en su conjunto. 

Inició su análisis presentando las cifras disponibles para el momento de salir al aire con su programa Desde Donde Sea, bajo la premisa de que una elección debe ser estudiada matemáticamente, a partir de datos concretos, pues son muchos quienes pretenden ejercer como analistas, sin números en la mano. 

La participación, aspecto crucial

El primer punto a considerar es el del nivel de participación, al que calificó como fundamental, tal vez el más importante de todos. Con un padrón electoral por encima de los 20 millones 700 mil inscritos. Según las cifras preliminares, hubo una participación de 32%. 

«Aquí voy a exponer un primer punto de vista que tal vez a algunos les parezca demasiado optimista e idílico. Yo creo que si la polémica nacional e internacional respecto a estas elecciones es cuántos fueron a votar y cuántos no, significa que ganamos todos, porque estamos hablando de eso y no de muertos, heridos y violencia. Es un gran éxito que estemos discutiendo sobre participación y abstención en un contexto tan arduo como el nuestro,  luego de años de llamados a la violencia, golpes de Estado, intentos de magnicidio y de invasión. Los planes para generar violencia durante el evento electoral estaban en marcha, pero no pudieron realizarse y Venezuela estuvo en paz. Esa es una gran victoria», dijo. 

Destacó que la paz es un logro muy importante sobre todo si se mira hacia el vecindario y se observa a países como Colombia, donde reina la violencia política, aunque la llamada comunidad internacional y la maquinaria mediática la consideran una democracia ejemplar. 

«Y este clima es gracias a chavistas, independientes y opositores porque todos, tanto los que votaron como los que se abstuvieron, respetaron la paz», aseveró. 

Sobre los niveles de participación/abstención, Pérez Pirela expresó que de inmediato surgieron críticas en el escenario internacional. Se señala que una participación como la registrada invalida los resultados, hace que las elecciones puedan ser catalogadas de fraudulentas. «¿Quién la califica así? -preguntó el moderador y luego respondió- Uno de los países que lo hace es Estados Unidos, y uno se asombra porque ¿de verdad EEUU se atreve a criticar los sistemas electorales de otras naciones, luego del desastre de las presidenciales, cuando todavía no es seguro que Trump quiera irse de la Casa Blanca?» 

Para mostrar cuán cuestionables son las críticas de EEUU y de la Unión Europea en este campo, precisó que el mismo domingo 6 se realizaron elecciones en Rumania, país de la UE, con un porcentaje de participación idéntico al de Venezuela, pero como allá ganó la derecha (con apenas 30% de los votos emitidos, no con 72%, como ocurrió en Venezuela) ningún actor internacional ha puesto en duda la legitimidad del proceso.  

Otro caso de 2020 fue el de las elecciones municipales de Costa Rica, donde la participación fue de 24%, sin que ningún otro país dijera que los resultados son ilegítimos. 

Incluso en el nivel presidencial, en América Latina son varios los presidentes que llegaron al poder con los votos de porciones minoritarias del electorado. Uno de esos casos es el de Sebastián Piñera, que ganó las elecciones con el apoyo de menos de 30% del total de electores de Chile. «Desde el gobierno masacra y deja sin ojos al pueblo, pero es considerado un gran demócrata». 

Valiéndose de un dato aportado por Jorge Rodríguez, indicó que la asistencia presencial a las elecciones presidenciales de EEUU, el 3 de noviembre, fue de 30%. La cifra global de participación se elevó mucho debido al sistema de voto por correo. 

Comparación con procesos anteriores

Pérez Pirela quiso comparar los resultados con anteriores procesos venezolanos. Indicó que el promedio en las elecciones parlamentarias anteriores es superior a 50% de participación. Sin embargo, la de este año no es la más baja, pues en 2005 cayó hasta 25,26% con un padrón de 14 millones de electores. En esa oportunidad, cuando ya todo estaba listo para votar, la oposición resolvió retirarse, supuestamente porque no había garantías de transparencia. El chavismo ganó todos los escaños y legisló sin problemas durante cinco años. 

En 2010, la oposición abandonó su postura abstencionista y la participación se elevó a 65,59%, en un universo electoral de 17 millones de personas. En 2015, los partidos opositores fueron en coalición y lograron su victoria más importante hasta ahora. En esa oportunidad hubo una participación récord de 73,62%, en un padrón de 19 millones de votantes.  

En 2020, la participación cayó a 32%, entre seis y siete puntos por encima del nivel más bajo, pero más de 40 puntos inferior a la de 2015. 

«Es una baja participación. Negarlo es una necedad. Cuidado con los triunfalismos», advirtió el moderador de Desde Donde Sea. 

En 2015, para tomar el control de la AN, la oposición logró 7 millones 726 mil 66 votos y el PSUV y sus aliados, 5 millones 370 mil 968. En 2020, el partido de gobierno había logrado (resultado parcial) 3 millones 538 mil32 votos. «Aquí está faltando gente… ¿Dónde están los dos millones de personas que votaron por el PSUV en 2015 y no lo hicieron está vez? No estoy negando que haber obtenido 72% de los puestos de la AN es un gran triunfo, pero no querer ver que faltan dos millones de votos es un autoengaño». 

Según Pérez Pirela, la buena noticia para el gobierno es que esos dos millones de personas no se fueron a respaldar a la oposición, sino que, en apariencia, se mantienen apoyando al chavismo, aunque no electoralmente. 

Una explicación que puede darse tiene que ver con los datos revelados recientemente por el encuestador opositor Luis Vicente León, quien reportó que 58% de las personas consultadas tienen una valoración positiva de la gestión de Hugo Chávez. Entonces, en ese conjunto de dos millones de votos perdidos puede haber una parte de los que siguen añorando el tiempo de Chávez. Visto de ese modo, el resultado electoral, a pesar de ser una victoria, implica críticas muy severas al PSUV, al gobierno y al presidente Maduro. 

Comentó que León también dio números muy significativos acerca del apoyo de Juan Guaidó, que se encuentra ya a niveles muy parecidos a los de María Corina Machado, líder de un micropartido ultraderechista. 

Otro dato impactante es que 70% de los consultados no saben nada de la consulta que Guaidó está promoviendo, que pretende ser una elección legislativa paralela, exclusiva entre opositores y destinada a nombrarlo a él presidente encargado eterno del país, diputado eterno y presidente eterno de la AN. 

Visión del chavismo

Reseñó la visión del diputado electo Jorge Rodríguez, a nombre del Gran Polo Patriótico, quien señaló que el pueblo demostró su determinación de rescatar la Asamblea Nacional, de exigir el fin del bloqueo y las sanciones y de crear un conjunto de leyes para recuperar el rumbo perdido. 

«Cuando había 82% de los votos escrutados, el Gran Polo Patriótico había obtenido 3 millones  558 mil 32 votos, un 72% de los votos emitidos, logró 34 de los 44 puestos para diputados en las listas nacionales y arrasó en todos los circuitos y listas regionales. Esto puede parecer un triunfo contundente, pero ¿lo es? –interrogó-. Lo es en el sentido de que las leyes que serán aprobadas por la mayoría que alcanzó serán aplicadas a todos, les guste o no. Quedará nuevamente demostrado que cada vez que llaman a la abstención, los opositores le regalan votos al chavismo”. 

Diosdado Cabello expresó que «se acabó la pesadilla. El 5 de enero se instalará una nueva AN para trabajar por el país y por la paz. Quienes estuvieron allí estos cinco años no fue que no hicieron nada, sino que hicieron mucho daño al país». 

El analista coincidió en que es un gran logro político sacar de la AN a una oposición que, desde su arribo en 2016, lo primero que hizo fue prometer que en seis meses echaría del poder al presidente constitucional. «En esa actitud de Henry Ramos Allup comenzó a escribirse la derrota de este domingo para esa oposición que no hizo más que despilfarrar su capital político», subrayó. 

Recordó que luego de la victoria electoral opositora de 2015, en el programa Cayendo y corriendo, que se transmitía por VTV, pronosticó que vendría un choque de trenes de alta velocidad y que el pueblo venezolano sería la víctima porque estaba justo en el medio. «Me quedé corto porque por culpa de esa oposición golpista que se emborrachó con su triunfo, en estos cinco años vivimos un desmadre, con golpes de Estado, violencia callejera, intentos de magnicidio, de invasión, bloqueos y sanciones». 

Reconoció que el chavismo tampoco ayudó a hacer las cosas menos ásperas, aunque no podía esperarse otra actitud de quienes estaban siendo amenazados tan abiertamente. “Si a alguien le dicen ‘te voy a matar’, es natural que haga lo posible por evitarlo”. 

En concreto, sobre los resultados del 6D, Pérez Pirela puntualizó que 1 de cada 5 votantes se inclinó por el PSUV o sus aliados del Gran Polo Patriótico, lo cual matemáticamente hablando es una derrota, a pesar de que signifique 70% de los escaños del Parlamento. “Queda en evidencia que el PSUV es la primer minoría del país, no es la mayoría. Tampoco lo es la oposición. El 70% de la gente es esa mayoría que está cansada de los políticos, de los partidos y de sus diatribas. Están muy ocupados en la cola de la gasolina, esperando que llegue la luz, que pongan el agua, que haya gas. El PSUV debe dejar de considerarse mayoría porque en política el que se engaña pierde”. 

Volvió con las encuestas de Datanálisis que señalan que 60% de los venezolanos no se identifican con ningún partido ni se interesan en la política. “La población se está despolitizando a paso de vencedores. Les agarró alergia a los políticos, y eso es una derrota para todos. Recordemos que el gran logro de Chávez fue repolitizar a Venezuela, que venía del Caracazo, de la corrupción de los gobiernos adecos y copeyanos, de Jaime Lusinchi borracho. En ese tiempo, el país estaba harto de los políticos y de la política, y Chávez lo sacó de ese abismo. Ahora estamos de nuevo en esa situación. Por ahí deberían ir los análisis: el resultado electoral como una luz de alarma de una sociedad cansada, desgastada políticamente”. 

Las cifras de Ochoa Antich

Para abundar en los números reveladores, leyó algunos tuits del dirigente opositor Enrique Ochoa Antich, quien observó que si bien “el gobierno obtuvo 3.558.320 votos, un 67.6% de los sufragios válidos, pero solo un 16 % del Registro Electoral. Para mostrar el declive de la votación indicó que “en 2013, Maduro ganó con 52%; en las parlamentarias de 2015 el gobierno obtuvo 40%; en 2018, para su reelección, el presidente consiguió solo 30%; y ahora, el Gran Polo Patriótico ha bajado hasta 16%”. 

A propósito de estas cifras, Ochoa Antich (quien estuvo a favor de la participación electoral opositora) aseguró que queda en evidencia que en Venezuela no hay fraude electoral “La mejor prueba de que aquí no hay fraude es que el gobierno obtenga tan exiguos resultados”.

Pérez Pirela suscribió plenamente esta parte de la declaración de Ochoa Antich, afirmando que cuando el CNE emite un resultado, no cabe duda de que ese es el verdadero. 

Otro tuit de Ochoa Antich resalta que la abstención estuvo en 70%, pero es necesario descomponerla. Del 70 % que se abstuvo, 25% lo hizo también en 2015, pues es la abstención estructural. Y se preguntó si el G4 cometería la ridiculez de atribuirse como propio el porcentaje restante. “Yo le puedo responder que sí lo están haciendo –dijo el moderador- Están diciendo que la abstención es igual a su propia votación. Y lo peor no es eso. Lo peor es que llamaron a la abstención sin tener previsto una acción posterior. Ajá, se abstuvieron, ¿y ahora qué van a hacer con eso?”. 

Ochoa Antich consideró que “lo único que logró este abstencionismo es remachar al gobierno en el poder. Es una autotrampa”. 

Sobre la oposición participante en las elecciones, opinó que su error fue no ir juntos, sino con opciones partidistas separadas. 

“Estoy de acuerdo, pero no creo que estos partidos opositores deban estar descontentos con el resultado. Lograron 30% de los votos, a pesar de que eran movimientos con nuevos nombres o partidos tradicionales con directivas nombradas por el Tribunal Supremo de Justicia. Es un triunfo electoral sin precedentes, que los deja en muy buena posición para los futuros comicios de gobernadores y alcaldes. Ese resultado podría aupar a actores políticos como Henrique Capriles Radonski a volver a postularse a la gobernación de Miranda. También estimula a los gobernadores y alcaldes opositores en funciones y que aspiran a reelegirse. Estas elecciones pueden haber sido un prefacio para las regionales”, planteó. 

Glosó las declaraciones del expresidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien dijo que los comicios parlamentarios servirán también para animar a incorporarse a la lucha electoral democrática a sectores e individualidades que han estado a favor de la abstención. “Muchos se van a convencer de que la postura de no participar en elecciones es como sumar cero más cero. Siempre será igual a cero”. 

A juicio del filósofo y comunicador, incorporar a las vías regulares a los grupos y dirigentes que han asumido posturas golpistas e insurreccionales es parte de la lógica del comandante Chávez, quien siempre se empeñó el lograrlo. 

La AN en la escena internacional

Para Pérez Pirela, retomar el control de la AN era un objetivo clave para el gobierno y, bajo esta óptica, se trata de una gran victoria.  

En términos pragmáticos, una vez que entre en funciones el nuevo Parlamento, se podrán aprobar todos los instrumentos jurídicos y convenios internacionales para buscar la salida a la crisis económica derivada del bloqueo y las medidas coercitivas unilaterales. Obviamente, esos pactos no serán, en principio, con EEUU ni la UE, sino con China, Rusia, India, Suráfrica y otras potencias emergentes. Luego, si la AN se maneja eficazmente, es posible que ayude a generar distensiones incluso con Washington, sobre todo porque quince días después de la entrada en funciones del nuevo cuerpo legislativo, tomará posesión Joe Biden de la presidencia de EEUU. 

Regresó a las declaraciones de Rodríguez Zapatero para subrayar su afirmación de que estas elecciones envían un mensaje a la UE acerca de la realidad del país. “Dijo que muchos hablan de Venezuela y no saben nada de ella y reivindicó su derecho a opinar porque ha dedicado años de su vida a dialogar con políticos de todas las tendencias, lo que le otorga una visión privilegiada de esta nación”. 

Pérez Pirela pidió prestar atención a la línea de tiempo y ver cómo la AN entrará en funciones el 5 de enero, mientras el 20 del mismo mes asumirá Biden. “No hay que hacerse ilusiones, ya lo hemos dicho muchas veces en estos programas, pero es posible que haya algún cambio en la postura de EEUU y, en consecuencia, de la UE”.  

Acotó que hasta esa fecha no se vislumbra cambio alguno, pues Donald Trump sigue sin aceptar que fue derrotado y todavía no es seguro que acepte irse de la Casa Blanca. En tanto, el secretario de Estado, Mike Pompeo, cantó fraude anticipado en Venezuela, igual como Trump lo había hecho en EEUU.  

Personajes de la política mayamera como Mario Díaz Balart, en tanto, lanzó denuestos contra las elecciones venezolanas y la exdictadora boliviana Jeanine Áñez se atrevió a calificarlas como una vergüenza. La respuesta más contundente fue la de la exrectora del CNE Tibisay Lucena, quien le escribió en Twitter: “Vergüenza das tú Jeanine Ánez. Diste un golpe de estado, usurpaste la presidencia, reprimiste a la población, causaste pérdida de vidas humanas. No tienes moral para hablar de democracia. Y menos sobre Venezuela. Tirana, nada que hagas borrará la sangre que tienes en tus manos”. 

“Solo podemos decir que la puso en su lugar”, comentó Pérez Pirela. 

Sobre el PCV

Por reiteradas peticiones de la audiencia, abordó el tema de la controversia entre el PSUV y el Partido Comunista de Venezuela, que terminó concurriendo a las elecciones por separado, como tarjeta de la Alternativa Popular Revolucionaria (APR). 

“Antes de las elecciones dije que no veía esto como un drama. Por el contrario, es algo que habla de la buena salud de la democracia en el país, en la izquierda y en la Revolución. Lamento que al PCV lo hayan echado a un lado en los medios públicos y que algunos lo traten como a un partido opositor. Es injusto, desleal y peligroso hacer eso. Siguiendo las líneas de Chávez, la unidad hay que preservarla y si se ha roto, es necesario restablecerla. La unión ha sido factor clave para que el chavismo siga en el poder”.  

Añadió que el PCV también deberá revisar lo ocurrido y ambos grupos avanzar hacia un nuevo consenso revolucionario. “La política es amor, su capital es la palabra, el verbo, el logos”. 

Consultado sobre las primeras materias que debería abordar la AN, señaló que, sin dudas, han de ser las de naturaleza económica, en las que el gobierno y su partido deben hacer “una grandísima autocrítica”. 

Libro

Recomendó la lectura del libro La cuestión petrolera, de Bernard Mommer, una obra que en su momento fue ampliamente avalada por el comandante Chávez. 

(LaIguana.TV)