Venezuela, a través del proyecto «Tren Caracas»‘, avanza en la reparación y reactivación de los antiguos vagones del Metro de Caracas, un moderno sistema subterráneo que conecta a toda la ciudad, pero que se encuentra afectado por la gran cantidad de repuestos que no se han podido importar debido al bloqueo estadounidense.

El plan de renovación de trenes, presentado a las autoridades por parte de la clase trabajadora, fue debatido durante el I Encuentro de Transporte Ferroviario, realizado en noviembre del 2019, y hoy, tras un arduo trabajo conjunto, empieza a dar frutos.

«El 19 de noviembre se puso en funcionamiento el primer tren repotenciado con mano de obra 100% venezolana», explica a RT el viceministro de Transporte Terrestre de Venezuela, Claudio Farías.

El proyecto busca renovar trenes de primera generación, que tuvieron entre 42 y 35 años de servicio, y operaban con tecnología de la empresa francesa Alstom. «Ya nos encontramos trabajando en el segundo tren compuesto de siete vagones», agrega la autoridad.

En total, son 22 trenes que se van a intervenir en dos años. «Se estima que repotenciemos un tren entre uno y dos meses», dice Farías, quien se muestra orgulloso del logro obtenido gracias a 90 trabajadores del Metro de Caracas, Metro de Los Teques y el Instituto de Ferrocarriles del Estado (IFE).

El gerente corporativo de Mantenimiento Metro, Carlos Ashby, quien lleva 33 años en la empresa, coincide en la sensación. «Hemos madurado mucho con la reacción que ha tenido nuestro cuerpo técnico, nuestro cuerpo de ingeniería, nuestros trabajadores, innovando y pasándole por encima a lo que está ocurriendo».

¿En qué consiste la intervención?

El proceso de modernización de los trenes comenzó con el desarme de tarjetas, la realización de pruebas en un simulador y el desarrollo del software. Para los trabajadores, se trata de una suerte de «mantenimiento mayor».

«Se interviene el tren en todas sus partes. Incluso para el segundo tren vamos a lograr modernizarlo. Vamos a sustituir una tecnología de fusibles por un ordenador», detalla el viceministro venezolano.

El trabajo técnico abarca aires acondicionados, motores para la tracción y arranque, el sistema de compresión, baterías y trabajos de pintura, tanto externos como internos, así como la redistribución de los asientos para aumentar la capacidad de los vagones.

Estas mejoras se realizan desde los patios y talleres del Metro de Caracas, ubicado en Las Adjuntas, al suroeste de Caracas, donde también idean planes para la sustitución de las ruedas sin necesidad de importarlas.

Para este fin, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aprobó 2 millones de euros para el primer año de trabajo. «Lo que significa que no deberíamos tener retrasos», puntualiza el viceministro.

Un trabajo «impensable»

Anteriormente, estas tareas eran realizadas por el personal de las trasnacionales que se encargaban del mantenimiento general del Metro de Caracas. «Ese trabajo antes era impensable hacerlo acá», detalla Farías.

No obstante, el bloqueo y las sanciones impuestas por EE.UU. hizo que tanto Alstom, como la empresa española Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) se retirarán de Venezuela, y enseguida se agudizó un proceso de deterioro del Metro de Caracas, que empezó a afectar la calidad de vida de los citadinos.

«Para los usuarios va a ser importante este plan porque lograremos incorporar a la línea más trenes para mejorar el tiempo de espera y, sobre todo, trenes recuperados por nosotros mismos, por la clase trabajadora ferroviaria», añade Farías.

Este trabajo de repotenciación de trenes hecho en Venezuela representa un 85 % de ahorro para el Estado. Además, Ashby asegura que el trabajo realizado es «de alta confiabilidad» y con un esquema y confort «como el que se merece el pueblo».

(RT)

Sanciones, deterioro y una idea: Cómo el Metro de Caracas recupera trenes para mejorar el servicio en medio del bloqueo económico a Venezuela