Elliott Abrams, enviado especial de la administración Trump para Irán y Venezuela, aseguró este jueves que su gobierno respalda la «consulta popular», mecanismo anticonstitucional con el cual Juan Guaidó pretende extender sus funciones como parlamentario y el ejercicio de su «presidencia interina», así como justificar una eventual intervención armada sobre Venezuela, por considerar que se trata de «una oportunidad», si bien no ofreció detalles sobre el tema.

En una entrevista concedida a medios nacionales de derecha, el funcionario advirtió también que con el arribo de Joseph «Joe» Biden a la Casa Blanca, no son esperables cambios mayores en la política de Estados Unidos hacia Venezuela.

«No estamos cambiando la posición que tenemos, hemos recibido unas medidas de cambiar la posición pero no vamos a hacerlo. No vamos cambiar la política sobre Venezuela, es una política compartida por ambos partidos, no vamos a ver grandes cambios», dijo al respecto.

Por otro lado, al ser consultado sobre la relación entre Irán y Venezuela, Abrams explicó que son observadas por el Departamento de Estado, reconoció que «están creciendo» e indicó que Estados Unidos actuaría si llegan misiles iraníes a Venezuela, puesto que, desde la óptica de Washington, «no es aceptable» que esto ocurra.

Aunque no existe evidencia alguna que Caracas esté comprándole misiles a Teherán, el diplomático, que saldrá de su cargo en enero, se apega a una matriz de opinión que meses atrás intentó posicionar el mandatario colombiano, Iván Duque, aliado principal del gobierno de Donald Trump en su asedio contra Venezuela, al tiempo que justifica cualquier aventura armamentística de su país en Venezuela, bajo el presunto amparo de la consulta fraudulenta que hoy respaldó.

(LaIguana.TV)