La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) reveló este miércoles que el próximo año la economía en la región podría crecer hasta un 3,7 %, después del impacto negativo que la pandemia del coronavirus dejó en todos los sectores.

Así lo señaló el organismo en un informe titulado «Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2020», que presentó este miércoles, y que consta de 162 páginas en las que desglosa los indicadores que dejó la crisis sanitaria.

«Las proyecciones de crecimiento para las economías de América Latina y el Caribe en 2021 son positivas. Se estima un promedio regional de crecimiento del 3,7 %. En general, sin embargo, estas tasas reflejan un rebote estadístico significativo, vinculado a la fuerte caída registrada en la actividad económica en 2020″, se explica en el texto.

Esta previsión, según la Cepal, solo permitiría recuperar un 44 % de la pérdida del Producto Interno Bruto (PIB) registrada en 2020. El organismo aclaró que las proyecciones para 2021 están naturalmente sujetas a cambios, dada la incertidumbre que existe sobre el futuro inmediato de la pandemia.

«En primer lugar, se supone que en 2021 comenzará el proceso de vacunación en la región, y, en este sentido, se estima que el impacto económico de las vacunas sobre el crecimiento se produzca ya a partir de la segunda mitad de ese año. No obstante, de no darse este supuesto, los resultados en términos de crecimiento de la región podrían ser peores a los proyectados», añadió.

La Cepal recordó que en las economías de América del Sur el PIB cayó en los tres primeros trimestres a una tasa del -7,7 % interanual, frente a un crecimiento cercano a cero que había tenido en el mismo período del año anterior.

Por eso, al cierre de este año las economías más afectadas serán las de Argentina, Panamá, Perú y Venezuela, ya que registrarán caídas de entre el 8,0 y el 30 %.

Desempleo

Las economías de Centroamérica, en tanto, pasaron de un crecimiento del 3,2 % en los primeros tres trimestres de 2019 a una contracción del 5,9 % en el mismo período de 2020.

«Si se toma en cuenta Centroamérica y México, la caída del crecimiento en los tres primeros trimestres del 2020 es del 9,2 %, cifra 9,6 puntos porcentuales inferior a la del mismo período de 2019», precisa la Comisión.

La contracción del PIB regional se explica por las fuertes caídas en el consumo, la inversión y las exportaciones. En términos sectoriales, los más afectados han sido la industria manufacturera, la construcción, el comercio y el transporte, y los menos, la agricultura, los servicios de carácter esencial, los servicios financieros y la minería.

Con respecto a los mercados laborales, el organismo anticipó que se espera una tasa de desocupación en torno al 10,7 % en promedio para 2020, acompañada de una fuerte caída de la participación de la fuerza de trabajo respecto al nivel observado el año pasado.

«De hecho, dicha caída ha atenuado el aumento de la tasa de desocupación, pues, si los niveles de participación hubiesen permanecido en niveles similares a los registrados en 2019, la tasa observada habría superado el 18 %», alerta el informe.

También señaló que las medidas de confinamiento y de distanciamiento físico para contener la pandemia perjudicaron más el empleo informal que el formal, y que la pérdida de puestos de trabajo ha afectado en mayor proporción a los grupos vulnerables como los trabajadores informales, los jóvenes, las personas de menor nivel de educación formal, las mujeres y los inmigrantes.

Específicamente, refiere el texto, se dio una mayor caída de la ocupación entre las mujeres, que se retiraron en mayor medida del mercado laboral para asumir tareas adicionales de cuidado en sus hogares.

Deuda

De acuerdo con el balance de la Cepal, el deterioro de las cuentas fiscales ha ejercido una fuerte presión sobre las necesidades de financiamiento de la mayoría de los países de la región, lo que se ha traducido en una tendencia al alza de la deuda pública.

Por eso, en septiembre de 2020, la deuda pública bruta promedio de los gobiernos centrales de América Latina alcanzaba un 53,4 % del PIB, cifra que supera en 7,4 puntos porcentuales el cierre de 2019.

En lo que respecta a las subregiones, los niveles de endeudamiento público de los gobiernos centrales de América del Sur, por un lado, y de Centroamérica, México y la República Dominicana, por otro, alcanzaron un 56,0 % y un 50,8 % del PIB, respectivamente, en el segundo trimestre de 2020.

«Esto implica aumentos en el nivel de endeudamiento de 7,4 puntos porcentuales del PIB en América del Sur y de 7,3 en Centroamérica, México y la República Dominicana», señala el documento, al advertir que el aumento de la deuda pública se traducirá en una fuerte presión sobre las cuentas nacionales, lo que constituirá una carga adicional sobre los presupuestos futuros.

«A mediano plazo, la región deberá emprender acciones para evitar que la sostenibilidad de los niveles de endeudamiento público se convierta en un problema», advirtió.

En términos generales, la Cepal estimó que las emisiones de deuda en los mercados internacionales durante los primeros 10 meses de 2020 fueron un 19 % más altas que las del mismo período del año anterior.

Destacó el caso de México, que emitió un bono soberano sostenible vinculado al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, lo que lo convirtió en el primer país en hacer una emisión de este tipo, y que alcanzó los 750 millones de euros.

Luego siguió Perú, que en noviembre emitió por primera vez en su historia un bono a 100 años por un monto total de 1.000 millones de dólares. Con esta operación, el país buscaba aprovechar los bajos niveles de tasas de interés en dólares, y así obtener recursos para financiar los planes contra los efectos de la pandemia.

(RT)