Este viernes, organizaciones sociales chilenas convocaron una manifestación cerca del Palacio de la Moneda (sede de la Presidencia de Chile), en Santiago, para exigir la liberación de presos políticos, conocidos como «presos de la revuelta», e insistir en la renuncia del presidente, Sebastián Piñera.

A pocos minutos de iniciada la protesta, decenas de carabineros, a pie y con camiones antidisturbios, comenzaron a dispersar a los manifestantes.

Algunos de los manifestantes a esta protesta, que fue denominada como «Vamos a La Moneda», han sido detenidos por los uniformados.

Los «presos de la revuelta», que hoy defienden estos ciudadanos, son personas que fueron detenidas tras el estallido social en Chile, en octubre de 2019. Llevan más de un año en prisión preventiva esperando la resolución de su juicio.

La semana pasada, algunos legisladores presentaron un proyecto para conceder un indulto a los detenidos. El documento comenzará a ser debatido el próximo lunes 21 de diciembre en la Comisión de Derechos Humanos del Senado.

Este jueves, la presidenta del Senado, Adriana Muñoz, dijo, en declaraciones a Radio Cooperativa, que «hay casi 800 personas que están en prisión preventiva, que no tienen proceso alguno». La cifra es mucho mayor a la presentada por el Gobierno, que a principios de diciembre indicó que son 232 los detenidos durante el estallido.

«En este caso, llevan un año dos meses sin un debido proceso y ese es un tema que hay que debatir», enfatizó.

Este viernes, además, finalizó un ayuno de 22 días que realizaron miembros de la Organización de Familiares y Amigos de Prisioneros Políticos (OFAPP).

«Hoy finalizamos esta manifestación positivamente, se hizo ruido, se visibilizó, el pueblo sabe que estamos luchando por la libertad y nos apañó, solidarizó, nos visitó y acompañó en este momento», señalaron desde la organización.

(RT)