En su programa Desde Donde Sea, el filósofo, comunicador y analista político Miguel Ángel Pérez Pirela describió el desafío que supone enfrentar la pandemia en la actualidad, cuando la población ya está cansada por meses de tantos meses de confinamiento y de las flexibilizaciones que van y vienen. Empero, advirtió que se trata del «momento más peligroso», pues los rebrotes han coincidido con las fiestas decembrinas, época del año en que la gente suele reunirse con familiares y amigos.

Adicionalmente, el experto advirtió que no es apropiado hacerse «ilusiones» con las vacunas y creer que ya no falta demasiado para el fin de las cuarentenas y de las medidas de bioseguridad, pues «hay muchas complejidades asociadas» a su certificación, producción y distribución.

A ese respecto, precisó que «muchas de las vacunas todavía están en proceso de certificación» y aún habiendo sido certificadas, habría que hacer frente a otros problemas, como la producción masiva, el almacenamiento a temperaturas convenientes y el transporte de millones de dosis hasta en los puntos más recónditos del planeta, no solamente en las capitales de los países o en las ciudades grandes.

Suponiendo que se ha superado el escollo previo, agregó que después habría que «convencer a la población para que se vacune», pues aún no está claro qué debe hacerse para que «al menos el 50 o 70% acceda a vacunarse».

Así las cosas, Pérez Pirela subrayó que ha de abandonarse la idea de que el fin del año 2020, que ha resultado duro y hasta fatídico para la mucha gente, se corresponde con el fin de la pandemia de coronavirus.

«No señor, es ahora cuando más nosotros tenemos que protegernos, es ahora cuando más medidas debemos tomar», advirtió.

En el caso de Venezuela, manifestó su preocupación porque durante un recorrido en vehículo por las calles de la capital, observó que la gente circulaba como cualquier otro diciembre, sin prestar atención del distanciamiento físico recomendado por las autoridades e inclusive, sin portar tapabocas.

Así, refirió, los comercios, las paradas de transporte superficial y los mercados populares estaban completamente abarrotados, en el marco de una flexibilización de cuatro semanas decretada por el Ejecutivo, lo que implica que las personas pueden desplazarse sin restricciones, tanto en la ciudad de Caracas como dentro de todo el territorio del país.

Adicionalmente, antes de las elecciones parlamentarias del pasado 6 de diciembre, se realizaron eventos electorales en estadios «abarrotados de gente» en las principales ciudades del país.

«Venezuela venía con números muy alentadores, manteníamos la curva baja de infecciones, de fallecidos», indicó, pero, lo anterior no augura un buen pronóstico para las semanas venideras, si se tiene presente la experiencia europea.

En este momento, países como Alemania, Italia, Inglaterra o Francia viven los efectos de un rebrote que ha obligado a sus gobiernos a tomar «arduas medidas» para ralentizar los contagios, que en realidad, explicó el analista, son el efecto del relajamiento de los confinamientos durante los meses de verano, en los que ese esfuerzo de contención de la pandemia realizado en la primavera, fue destruido.

Ya en otoño, relató, comenzaron a producirse los primeros picos de nuevas infecciones, pero el rebrote actual del invierno, «es de pronóstico reservado».

Regresando a Venezuela, advirtió que «todo este panorama pone los pelos de punta», pues las aglomeraciones en las calles y locales, así como la negativa a portar tapabocas –o a usarlo correctamente– durante al menos las cuatro semanas del mes de diciembre, apuntan en la misma dirección que en Europa.

«Los mercados populares están abarrotados, las zonas comerciales están abarrotadas. ¿Qué va a pasar el 24 y 25 de diciembre? ¿Qué va a pasar el 31 y el 1 de enero? Esto es de pronóstico reservado», enfatizó.

(LaIguana.TV)