El filósofo y comunicador venezolano Miguel Ángel Pérez Pirela, en la más reciente edición de su programa multimedios Desde Donde Sea, se refirió al mito de la caverna de Platón para explicar porqué el ser humano y la sociedad sienten cierta aversión y rechazo hacia todos aquellos eventos o situaciones que acaban con su tranquilidad y normalidad.

Este mito, por cierto, es una alegoría sobre la realidad de nuestro conocimiento. El mismo se halla plasmado en el libro VII de la obra La República de Platón.

Según este relato, desde el momento de su nacimiento, varios hombres se encuentran atados o encadenados dentro de una caverna. Detrás de ellos se halla encendido un fuego; este ilumina la pared que está al frente. Los prisioneros observan sobre esta pared las sombras proyectadas por objetos que se encuentran detrás de ellos (entre el fuego y sus cuerpos). Estos objetos son manipulados por otro grupo de personas escondidas detrás de un muro.

Posteriormente uno de los hombres, considerando que aquello que ve no es la realidad, logra liberarse de las cadenas y decide salir de la cueva. Tras adaptarse a la luz del fuego, logra ascender y salir al exterior. Allí observa los reflejos y sombras de las cosas y de las personas. Luego de ello, el individuo observa las estrellas, la luna y el sol.

“Acaba con la normalidad que implica ver las sombras que se te venden como realidad y se separa de los otros hombres y, con mucho esfuerzo, se desamarra, sube hacia la realidad y cuando sale ve el sol”, explica Pérez Pirela.

Este hombre, a continuación, regresa a la cueva para compartir sus nuevos conocimientos con los demás prisioneros.

Él acaba con un sistema de normalidad. Ve la realidad y trata de expresársela después, entrando, a los que ven solo sombras. Termina muerto, termina acosado, termina perseguido. ¿Por qué? Porque la sociedad excluye la anormalidad”, concluye el comunicador.

Platón, cabe destacar, mediante este mito nos muestra en sentido figurado cómo la sociedad se encuentra atada a un conjunto de creencias o sistemas que considera real. El filósofo griego explica lo difícil que era para él guiar a las personas al conocimiento, liberándolas de las ataduras de la realidad de la caverna. La gente se siente tan cómoda en su ignorancia, que le teme a todo aquello que rompa con su tranquilidad o normalidad.

(LaIguana.TV)