Una multitud de seguidores del presidente estadounidense, Donald Trump, asaltó el capitolio, sede del Congreso estadounidense mientras se desarrollaba la certificación de votos que concederá la victoria de las elecciones presidenciales del pasado 3 de noviembre a Joseph «Joe» Biden. 
 
De acuerdo con informes locales, algunos manifestantes habrían logrado ingresar a la sede del Legislativo y por ello, los congresistas que certificaron el triunfo del demócrata están siendo evacuados. 
 
El propósito de esta toma –que ya es calificada como un golpe de Estado– es impedir que Biden sea juramentado el venidero 20 de enero como el 46º presidente estadounidense, pues Trump se niega a reconocer su derrota y lejos de aplacar los ánimos, más temprano pronunció un discurso incendiario en el que alentó a sus simpatizantes a marchar hasta el Congreso para demostrar su «fuerza». 
 
«Vamos a tener que luchar mucho más duro. Vamos a caminar hasta el Capitolio y vamos a animar a nuestros valientes senadores y congresistas… Nunca recuperarás tu país con debilidad. Tienes que mostrar fuerza y tienes que ser fuerte», dijo el mandatario en su alocución. 
 
En Twitter, los seguidores del inquilino de la Casa Blanca, secundaron su exhorto y difundieron audiovisuales de la presunta «defensa» de la Nación, de lo que, en su opinión, es la acción de corruptos que le robaron la elección al gobernante. 
 
Imágenes compartidas por periodistas y medios estadounidenses muestran cómo los manifestantes se enfrentan a la policía en las inmediaciones del capitolio y las fuerzas de seguridad responden, arrojándoles gas pimienta en el rostro. 
 
De otro lado, en unas tomas divulgadas por la cadena Univisión a unas cuadras del sitio, se escuchan claramente detonaciones, sin que hasta ahora se haya especificado si se trata de armas de fuego o rifles de perdigones, que son empleados regularmente para dispersar manifestaciones.  
 
Hasta el momento, se desconoce si estos disturbios han dejado lesionados. 
 

(LaIguana.TV)