La cepa B117 de Covid-19 detectada en Inglaterra parece ser un 50 % más contagiosa que el resto y los científicos creen saber por qué.

A mediados de 2020, cuando la primera ola de Covid-19 se expandía por todo el globo, una nueva variante de coronavirus llamada D614G se convirtió en la cepa dominante que cargaba con la mayoría de nuevas infecciones a nivel mundial.

Ahora, los científicos creen que la pandemia crece impulsada por la nueva cepa británica, descubierta hace un par de meses en el Reino Unido.

Esta variante de coronavirus (llamada VUI-202012/01 o simplemente B117) apareció en septiembre en el Reino Unido y desde entonces, se ha expandido a todo el mundo. Algunos epidemiólogos consideran que la cifra récord de contagios se salió de control en Londres y el sur de Inglaterra debido a la contagiosidad de B117, una hipótesis que parece confirmarse con cada nueva investigación al respecto.

Las mutaciones son comunes en todos los organismos, aún más en los virus con material genético ARN, con genomas pequeños que carecen de un sistema sofisticado para corregir los fallos que ocurren durante su replicación.

Y aunque la mayoría de mutaciones perjudican la adaptabilidad del virus, un pequeño grupo con el potencial para provocar cambios en la proteína S en forma de espiga (que sirve de puerta de entrada del coronavirus a las células) puede aumentar su capacidad de contagio.

Según una investigación en curso desarrollada por la Universidad de Sao Paulo, tal es el caso de la cepa B117, una variante que consideran 70 % más infecciosa que otras, debido a que “posee una mayor fuerza de interacción con los receptores ACE2” de las células, a los que se fija para dar paso a una infección.

El resultado de la investigación coincide con un informe del Imperial College de Londres, que estima el nivel de contagiosidad de la cepa B117 es un 50 % más alto que las otras variantes de Covid-19; sin embargo, es posible que el cambio en la proteína S no sea la única modificación de la variante que está tomando el control de la pandemia.

Un estudio preliminar realizado en Birmingham determinó que a diferencia de las infecciones por otras cepas de Covid-19, las personas enfermas con la variante B117 presentaban una carga viral muy alta en la nariz y garganta, de modo que podían transmitir el virus con mayor facilidad.

Aún hacen falta más estudios para conocer a fondo el comportamiento de B117, especialmente en lo referente a las vacunas y su efectividad para inmunizar frente a esta y otras variantes de Covid-19. Por ahora, la mayoría de científicos considera que los desarrollos existentes protegen ampliamente contras las mutaciones más comunes del virus.

(MSN)