¿Qué motivos tendría la Administración Trump para atacar a Cuba al final de su mandato acusándola de apoyar el terrorismo internacional? Las razones son complejas y no necesariamente tienen que ver con el terrorismo, explica Michel Raimbaud, un diplomático y escritor francés.

Aunque quedan unos pocos días antes de que Trump y su equipo tengan que abandonar el Capitolio, el secretario de Estado, Mike Pompeo, ha expresado su deseo de designar oficialmente a Cuba como Estado patrocinador del terrorismo. Esta decisión pondría al país latinoamericano en la misma categoría que otros tres estados: Corea del Norte, Irán y Siria.

El presidente anterior de EEUU, Barack Obama, había sacado a Cuba de la lista, así que ¿por qué volver a ponerla allí? ¿Y cuáles serían las posibles implicaciones de tal decisión? El diplomático francés y autor del libro Las guerras de Siria, Michel Raimbaud, analiza las raíces y principios de la lista negra.

«En cuanto a este calificativo, si los Estados lo merecen o no, depende del capricho del Gobierno estadounidense. Es el Gobierno de EEUU el que ha fabricado el concepto de estado terrorista y por lo tanto es él el que designa los estados terroristas y los que no lo son… El GPS [que guía hacia el terrorismo] no conduce necesariamente a Cuba, Teherán o Damasco, sino que está muy cerca de Pompeo y del presidente Trump», opina el antiguo embajador.

A su juicio, la razón de esta repentina venganza debe buscarse en otra parte: Cuba e Irán acaban de firmar un acuerdo de cooperación en materia de vacunas, lo que podría ser uno de los argumentos decisivos, ya que el brote del COVID-19 «fue un detonante, o al menos un catalizador, para una renovada agresión de Estados Unidos contra estados como Irán, Siria, Cuba y Venezuela», destaca Raimbaud.

Según Mike Pompeo, la decisión de incluir a Cuba en la lista negra de los países que apoyan el terrorismo somete a Cuba a sanciones que penalizan a personas y países que realizan actividades de comercio con la isla, restringe la ayuda exterior de Estados Unidos, prohíbe las exportaciones y ventas de defensa, así como impone ciertos controles a las exportaciones de artículos de doble uso. En otras palabras, amplía el embargo ya existente en la isla.

(Sputnik)