La impotencia del Barcelona resumida en una imagen. Leo Messi recibió la primera expulsión de toda su carrera con el Barça en la final de la Supercopa de España. Lo hizo tras golpear a Asier Villalibre en la cara cuando la prórroga moría sin que los blaugrana fueran capaces de reaccionar al zarpazo de Iñaki Williams.

La primera tarjeta roja en 754 partidos fue el desastre final en una noche para el olvido para el argentino y para el Barça. Una acción que le obligará a perderse, como mínimo, un partido. El próximo compromiso del conjunto catalán es contra el Cornellà el jueves en la Copa del Rey, aunque si el Comité de Competición considera que hubo agresión la sanción podría ser mayor.

 

(La Vanguardia)